El rating televisivo del Super Bowl LIII registró una caída de 5.3% con respecto a la edición de 2018 y fue la peor marca del partido de campeonato de la NFL en la última década.
A pesar de que se reportó una alza en la temporada regular y los playoffs de la NFL, el Super Bowl LIII sufrió una caída en el rating televisivo, registrando la marca más baja en los últimos diez años para el juego de campeonato.
Según reportes de The Business Journal, el partido entre los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Rams de Los Ángeles tuvo 44.9 puntos de rating en los Estados Unidos, una caída de 5.3% con respecto al Super Bowl LII que registró 47.4 en la medición televisiva.
Además, el rating del partido jugado en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta, Georgia, fue el peor desde el Super Bowl XLIII en 2009, cuando los Pittsburgh Steelers derrotaron 27-23 a los Arizona Cardinals, el cual apenas anotó 42.1 en la cifra medida por Nielsen Media Research.
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El rating es el porcentaje de televisiones encendidas en un canal de transmisión en un determinado momento, por lo que los 44.9 puntos significan que, del 100% de televisiones en los Estados Unidos durante las 4 horas del evento, se estima que el 44.9% de las mismas sintonizaron la señal de CBS para la transmisión del Super Bowl, que tuvo a Jim Nantz y Tony Romo en la cabina de narración.
La misma agencia estadística Nielsen aún no libera el estimado de audiencia total de los Estados Unidos para el partido entre Rams y Pats.
En 2018 dicha cifra fue de 103.4 millones de televidentes para el Super Bowl LII, la cual por sí misma fue una importante caída del año anterior, 2017, en el que 111 millones de espectadores vieron a Tom Brady remontar un déficit de 25 puntos para ganar el Super Bowl LI.
El partido de campeonato de la NFL con mejor rating en todos los tiempos hasta el momento es el Super Bowl XVI en 1982, cuando los 49ers de Joe Montana consiguieron su primer título luego de vencer 26-21 a los Bengalíes; dicho partido registró 49.1 de puntaje.
Por otra parte, el Super Bowl XLIX, entre los Patriotas y los Seattle Seahawks, ha sido la final del fútbol más vista en la televisión, ya que un promedio de 114 millones de televidentes en los Estados Unidos vivieron cómo New England consiguió su cuarto trofeo Lombardi.
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