El escepticismo ni siquiera era sobre la Intermedia en particular, era sobre el programa en general. La Mayor calló bocas y a la mitad de su temporada, el principal semillero es el #1 de los standings. Pumas Acatlán con la victoria sobre las Águilas Blancas confirma que debe ser tomado en serio, para este torneo, y para el panorama del fútbol americano estudiantil en la actualidad.
Alberto García Ramos / receptor
“Creo que nadie creía en nosotros. Hemos dado el golpe de autoridad ahorita, es hora de que nos tomen en serio. Vamos 3-0 y dos Clásicos que nos llevamos, es hora de que nos tomen en serio”.
Evan Albarrán lucía una sonrisa muy pronunciada, que denotaba evidente felicidad pero también confianza en que sus palabras están cargadas de verdad. Albarrán no exagera: es momento de tomar en serio a los Pumas Acatlán en la Intermedia de ONEFA.
Ése golpe de autoridad al que se refiere el QB emanado de los Redskins: la victoria 21-19 de los acatlecos sobre las Águilas Blancas del Instituto Politécnico Nacional. Por segunda semana consecutiva, los auriazules de la FES se impusieron a la institución de la rivalidad más añeja (el sábado anterior vencieron 22-7 a los Burros Blancos).
Parece que es una tónica constante entre los Pumas: callar bocas. El RB Patricio Gómez, que terminó con 2 touchdowns por la vía terrestre, motivaba a sus compañeros previo al inicio del tercer cuarto con consignas de “los pronósticos están equivocados”. Obviamente con mayor profanidad, normal para la motivación entre jugadores de fútbol americano.

El escepticismo alrededor de este programa no es, o era, específicamente tratándose de la Intermedia. Es todo lo que ha sido y está intentando dejar de ser Pumas Acatlán.
Mucho se ha hablado de esta transición: hasta 2018, los acatlecos eran miembros de la Conferencia Nacional de la Liga Mayor, donde en años recientes no habían podido conseguir el campeonato. En Intermedias y Juveniles oscilaban entre las conferencias principales y las de menor nivel. Contrario al Poli donde Burros Blancos y Águilas Blancas han logrado coexistir en el pasado inmediato, en la UNAM era claro que Pumas CU era el “hermano mayor” y Acatlán, simplemente, como el hermano de la FES.
Entonces llegó Horacio García, campeón de Conadeip con Borregos Toluca y ex jugador de la UNAM. En 2019, logró regresar a Acatlán a semifinales de la Conferencia Nacional pero hasta ahí llegaron. Para 2020 se anunció el ingreso de los Pumas a la Conferencia de los 14 Grandes, tras la aceptación de los equipos de Conadeip.
Cayó la pandemia, pero si parece que hubo un programa que se benefició de un parón tan significativo en este deporte, podrían ser los Pumas: oportunidad de reclutar jugadores de todos lados, como sus Borregos toluqueños, los vecinos Linces y los Leones Anáhuac. Un último empujón: 9 jugadores de Aztecas UDLAP, que declinaron participar en 2021, se integraron a los acatlecos para el mini torneo. Pumas terminó con marca de 5-1, la tercera mejor del país, e inclusive mejor que Pumas CU (3-2).
La siguiente pregunta entonces no era si Horacio García y su staff de coacheo podían reclutar para Liga Mayor (eso quedó claro que lo pueden hacer). La siguiente pregunta era si podían formar y nutrir desde los llamados semilleros, cosa que programas de escuelas públicas como las Blancas, CU y los Auténticos Tigres han hecho a lo largo de su historia, pero sobre todo en años recientes.
Este sábado, liderados por Evan Albarrán y una defensiva que forzó tres robos de balón en la segunda mitad, los acatlecos hicieron víctimas 21-19 a un gran equipo de las Águilas Blancas, quienes apenas siete días atrás se llevaron a las cuerdas a los heptacampeones y hegemónicos Auténticos Tigres de la UANL.
“Un equipo unido siempre es mejor. A la ofensa, vamos bien. A la defensa, vamos bien. Sabemos que los juegos van así: un día vamos nosotros, un día la defensa va. Buscamos siempre el apoyo entre todos”, refirió el QB sobre su equipo que sube a 3 ganados y 0 perdidos en la temporada.
El juego de este sábado fue demandante. Las Águilas Blancas son un gran equipo no sólo por aventar cualquier adjetivo calificativo: tienen talento notorio y significativo en múltiples niveles de la ofensiva y defensiva.
Por ejemplo, el RB Franco Vázquez, que había dado destellos de su calidad, pero contra los Pumas se destapó como una auténtica súper estrella: en 22 acarreos consiguió 172 yardas terrestres, y en una recepción consiguió 27 yardas, para llevar su total en el partido a 199 yardas y dos de los tres touchdowns de los Volátiles de Santo Tomás.

Esa anotación adicional le perteneció a Alan Cuevas, el receptor espectacular que en la Semana 1 se hizo de todos los reflectores con una atrapada a la Odell Beckham Jr, y que lleva touchdown en cada uno de los tres partidos de las Blancas. Sus números totales (4 recepciones para 73 yardas, un touchdown) hablan de cómo, en el momento que lo necesitan, el ex de Raiders Arboledas responde.
Las Águilas Blancas no carecen de talento, ni siquiera en la posición de QB: tres jugadores han fungido como mariscales de campo en Santo Tomás en el mismo número de juegos, ya que Iram Ayala fue el titular contra Cheyennes y Auténticos pero salió lesionado en este último; Kevin Aguilera entró al relevo contra los regiomontanos pero también se lesionó el tobillo este sábado contra Acatlán; Axel Aguilar terminó siendo quien llevara el ataque de las Águilas por la mayor parte del encuentro. Los tres han demostrado capacidad para dirigir la orquesta ofensiva, aunque claro, cuando hay tipos como Vázquez y Cuevas y una de las líneas más grandes del torneo, el viaje se aliviana.
Equipos que están “en ascenso” o en proceso de establecerse como contendientes tendrían complicaciones para imponerse a equipos que en dos o tres jugadores cuentan con elementos de talento superior. Pero eso fue justamente lo que mostraron los Pumas Acatlán: están listos para medirse y ganar ante esos equipos.
Este sábado, ellos pegaron primero y se fueron a la primera mitad con la ventaja 14-7 gracias a dos touchdowns de Patricio Gómez, de 10 yardas en la primera serie del partido y de 2 yardas a segundos del medio tiempo. Fue en medio de estas anotaciones que Vázquez puso a las Blancas en el marcador.
Después del descanso, las Blancas una vez más se metieron a las diagonales por vía de una conexión de 30 yardas de Axel Aguilar con Alan Cuevas, con una simple trayectoria de recto que ya venían calentado jugadas antes, pero por fin pudieron concretar en la zona izquierda del campo. El extra fue malo, y las Blancas se quedaron 14-13.
Es en estos tipos de momentos que usualmente el equipo más físico, más talentoso o con más experiencia en el “juego grande” se empieza a imponer. Las Blancas arrastraron 75 yardas a la defensiva acatleca en esa primera serie del tercer cuarto. Sería parte del curso natural de las cosas que empiece a balancearse el partido en su favor.
Y así parecía: los Pumas llegaron hasta la 26 rival pero fumblearon y lo recuperó el IPN. Se empezaba a caer el momento.
O no, porque la defensiva detuvo a las Blancas ya que se metieron a su zona roja, y gracias a un gol de campo de 39 yardas malo, se mantuvo estático el 14-13. Fue entonces que dos series después, las Blancas perdieron el balón y los acatlecos ahora sí aprovecharon para hacer más grande su ventaja.
Evan Albarrán culminó una serie de 7 jugadas y 37 yardas en la que los únicos que tocaron la bola fueron él y Patricio Gómez. El QB rompió una jugada de pase y se escapó por el lado izquierdo del campo para meterse al endzone, y con el extra bueno, subir 21-13 a los Pumas.
Por supuesto que las Blancas, ya en el cuarto cuarto, no se iban a doblar sin dar una pelea. No lo hicieron ante los Auténticos Tigres, a quienes les empataron el partido en dos ocasiones en la segunda mitad antes de que los regiomontanos establecieran su margen de victoria suficiente: seis puntos.
En la serie de respuesta, Franco Vázquez totalizó 45 de las 75 yardas que recorrieron las Águilas, terminando con un touchdown de 11 yardas para acercar 21-19 a los politécnicos. La decisión lógica, ir por dos, fue tomada, pero los Pumas detuvieron el intento y se mantuvo una vez más la ventaja.
Si bien la ofensiva acatleca no volvió a meterse a las diagonales, ése es justamente el reflejo del equipo integral que son los Pumas. Primero, después de un despeje, las Blancas ya estaban armando lo que parecía la serie de su primera voltereta del día. Alan Cuevas tuvo una espectacular recepción de 26 yardas para poner 1ero y 10 desde la 14 rival.
La defensiva sarandeó a Kevin Aguilar y provocó un fumble sobre el QB politécnico, recuperando la posesión con 8 minutos en el cuarto cuarto.



El pensamiento inmediato podría haber sido: aún es mucho tiempo, porque así parecía. Enfrentando 3era y 14 en su propia yarda 7, todo indicaba a que el fumble solo sería un retraso de la ofensiva politécnica, y que les devolverían el balón tras el despeje.
Pero en tercera y 14, Evan Albarrán roló del lado derecho, soltó el balón prácticamente desde su propio endzone y encontró en la yarda 50 a Patricio Iturralde, todo en mero estilo Mahomesiano.
Ése no fue el final del partido, pero la extensión de esta serie permitió a los Pumas Acatlán, sobre todo, bajarle el reloj hasta la marca de 1:40. Más de 6 minutos se exprimieron del último cuarto de la mano de esa impresionante conversión.
Las Blancas, después de detener a los Pumas en 4ta y 14, entraron al campo en la yarda 16 de su propio terreno, tenían una oportunidad real de robarse el partido. Kevin Aguilar había lanzado bien cuando había sido necesario, y siempre podía contar con el estelar Cuevas para respaldarse en el juego aéreo.
Aguilar fue justamente con el #1 en la primera jugada de la serie. Un rápido dentro que el receptor convirtió en una ganancia de 11 yardas mientras peleaba por más yardaje. Entonces, le dieron un golpe directo al balón, el cual cayó al suelo, y segundos después fue recuperado por los Pumas Acatlán. 21-19 final.
Éste es un programa que desde que se reactivó el fútbol americano de ONEFA en octubre de 2021, se ha dedicado a romper sus paradigmas recientes. Mucho se habla de lo mucho que hablan los Pumas Acatlán en redes sociales, pero que también ha sido parte de su estrategia. “Vamos a dar de qué hablar”, dijo Horacio García previo al inicio de ese torneo mini de Liga Mayor. Tras la Semana 3 de la Intermedia, el programa acatleco sigue dando de que hablar y cada vez por razones mejores.
Se mantiene casi como una obviedad que los Auténticos Tigres, buscando su octavo título de manera consecutiva en la categoría, son el equipo a vencer. Vienen de despachar 35-9 a los Cheyennes el viernes por la noche. Lucen grandes, lucen rápidos, lucen como los favoritos para el campeonato de esta Conferencia Jacinto Licea.
Pero tras vencer a las Águilas Blancas, tras hacerlo con una excelente exhibición de su QB y su defensiva oportunista, tras encontrar la manera de evitar que las estrellas de las Blancas simplemente se adueñaran del partido y le dieran la victoria al politécnico, es claro que Pumas Acatlán pertenece en la conversación. La conversación de ¿quién puede realísticamente ganarle a Auténticos?
En esa respuesta sin duda cabe Pumas CU por cómo se ha visto el equipo tras dos partidos. Las Blancas demostraron que están, y que si reciben la oportunidad de revancha en semifinales, no será mero trámite para los Tigres.
Una conversación y una respuesta en la que, entonces, merecen y deben estar los Pumas Acatlán. Este equipo y este programa ya no es una promesa, ya es un protagonista del fútbol estudiantil en México. Y háganle caso a Evan Albarrán: tómenlos en serio.