Joe Burrow lanzó siete pases de touchdown y metió uno más por tierra para liderar a los LSU Tigers a la victoria 63-21 sobre los Oklahoma Sooners e instalarse en el Campeonato Nacional del próximo enero. Ésta ha sido la semifinal más abultada en la era del College Football Playoff.
Oklahoma no fue rival para el equipo número 1 de la NCAA, los Tigers de LSU, que de la mano de la noche histórica de Joe Burrow aplastaron 63-28 a los Sooners en el Peach Bowl, la primera semifinal del College Football Playoff.
Burrow continúa reescribiendo los libros de récords en una de las mejores temporadas de todos los tiempos. El quarterback de LSU lanzó para siete pases de anotación, una marca en la historia de los Tazones para LSU, además de correr para uno más, siendo el primer jugador en la historia responsable de ocho anotaciones en un Tazón, con lo que llega a 59 en la temporada, lo que lo pone a tan solo cuatro del récord de Colt Brennan en 2006.
Los Sooners confiaban que su mejora defensiva (apenas la 48 en la nación, pero la mejor en el Big 12) les permitiera dar pelea en un partido que LSU era favorito por 14 puntos, pero el juego estaba sentenciado tras apenas 20 minutos. LSU anotó touchdown en siete de sus ocho ofensivas de la primera mitad, todas pases de Burrow, cuatro con Justin Jefferson, dos con Terrance Marshall y uno más con el hijo de Randy Moss, Thaddeus Moss.
19, 8, 35, 42, 30, 62 y 2 fueron los yardajes y lo más curioso: el ganador al premio del mejor receptor de la NCAA, Ja’Marr Chase, no recibió pase de anotación.
La segunda serie fue la única en que LSU no llegó a las diagonales, tras lo cual empató Oklahoma en una serie que contó con una espectacular recepción de 51 yardas de CeeDee Lamb.
Respondieron los Tigers de inmediato y llegó la jugada polémica, ya que hubo una interferencia de pase no marcada que acabó la serie. LSU anotó de inmediato y no miraron para atrás con un Burrow pletórico, que llevaba más pases de anotación en la primera mitad que los pases que Jalen Hurts y los Sooners completaron en los primeros 30 minutos.
Burrow terminó su actuación al inicio del último cuarto, tras guiar una serie de touchdown que logró el por tierra, y una más que culminó con un gol de campo fallado y aún cuando entró su suplente, los Tigers anotaron una vez más. El ganador del Heisman acabó con 29 completos de 39 intentos para 493 yardas, 7 pases de anotación, 22 yardas terrestres y una anotación más por tierra para encabezar la mayor explosión ofensiva en la historia del Playoff, superando los 59 de Oregon a Florida State en el Rose Bowl de la temporada 2014.
Octava maravilla: Joe Burrow y LSU aniquilan a OklahomaLSU está en la final por primera vez desde la temporada 2011, cuando cayeron ante Alabama en la final, y buscan su primer campeonato nacional desde 2003, cuando ganaron 21-14 ante su rival del Peach Bowl, Oklahoma, y lo harán cerca de casa, en el Superdome de Nueva Orleans, la que fuera la sede de su último título de la NCAA.