Oficialmente se hacen inmortales

El sábado a partir de las 19 horas ocho nuevos miembros del exclusivo club del Salón de la Fama de la NFL se integrarán a la inmortalidad del fútbol americano. Cinco estrellas de la primera década de los 2000 ya llegaron a Canton, Ohio: Ray Lewis, Randy Moss, Terrell Owens, Brian Urlacher y Brian Dawkins; los complementan Bobby Beathard, Robert Brazile y Jerry Kramer.

Alberto García Ramos
Foto: NFL

El 4 de agosto marca el día que el número total de miembros del Salón de la Fama del Fútbol Profesional llega a 318. La generación de 2018 la integran 8 nuevos inmortales de los cuales destaca la aparición de grandes estrellas que tuvieron su mejor fútbol durante la primera década del nuevo milenio y llegando todavía hasta el principio de los años 10s.

Esta generación de salón de la fama integra a dos de los personajes más pintorescos de toda la historia de la liga, al mismo tiempo dos de los mejores receptores que jamas se hayan visto: Randy Moss y Terrell Owens.

Moss fue de impacto inmediato ganando el premio a Novato del Año en 1998 con los Minnesota Vikings, pilar para que el equipo registrara un récord de 15-1 y se convirtieran en la ofensiva con más puntos en una temporada en la historia de la liga, en ese entonces. Moss estableció el récord de TDs para un receptor novato, con 17, marca que aún sigue. Sin embargo, su temporada más memorable vino en 2007, cuando la mancuerna Tom Brady-Randy Moss fue históricamente imparable. Brady impuso la marca de más touchdowns por pase en una temporada (50) y Moss, con 23 de ellos, se quedó con el récord de más recepciones de touchdown en un año, marca que al día de hoy se mantiene; por segunda vez en su carrera, Moss fue parte de la nueva mejor ofensiva de la liga. Sus números como receptor son históricos: 157 touchdowns (2do mejor en la historia), 15,292 yardas (6to mejor), 954 recepciones (10mo mejor), 10 temporadas con más de mil yardas (2do mejor).

Pero a la par de este tipo de grandeza, Terrell Owens se robaba los reflectores dentro y fuera del campo. Para algunos, Owens será recordado por sus excesivas celebraciones de touchdown, por sus actitudes deplorables en sus compañeros, y por sus infames salidas de cada equipo que vistió. Pero Owens era un terror dentro de las 100 yardas, siendo el único jugador en la historia de la liga en anotarle a los 32 equipos. En 8 años en San Francisco promedió 1,071 yardas por temporada, y totalizó 81 touchdowns, liderando la liga en recepciones de touchdown en 2001 y 2002. El 17 de diciembre del 2000, tuvo 20 recepciones contra los Chicago Bears, récord de más recepciones en un juego en aquel entonces. En 2004 ya con las Águilas de Filadelfia, Owens regresó solo 6 semanas después de una fractura en su pierna y totalizó 9 recepciones para 122 yardas en la derrota de las Eagles frente a los Patriots en el Super Bowl XXXIX. Miembro de los Dallas Cowboys a partir de 2006, lideró ese año la liga en recepciones de TD con 13. Al final, los números de Owens leen: 15,934 yardas por recepción (2do en la historia), 153 anotaciones (3ero), 1,078 recepciones (8vo). Owens continúa con sus actitudes cuestionables aún en el retiro, ya que será el único miembro en vida que no asista a su inducción en el Salón de la Fama; T.O. tendrá su propia celebración en su alma mater, Chattanooga.

Del otro lado del balón también hubo mucho poder individual.

Ray Lewis y Brian Urlacher fueron el estandarte para cualquier linebacker interno durante muchísimas temporadas. Lewis, miembro eterno de los Baltimore Ravens, ganó el premio a Mejor Defensivo del Año en 2000 y 2003, además de capturar dos Super Bowls con Baltimore en 2000 y 2012, siendo nombrado el Jugador Más Valioso del primero. Urlacher, siempre con los Chicago Bears, fue nombrado el Mejor Novato Defensivo del Año en 2000 y el Mejor Defensivo del Año en 2005. El siguiente año fue pieza fundamental para liderar a los Osos al Super Bowl XLI con un récord de 13-3 y la mejor defensiva de la liga. El linebacker fue All-Pro 5 años en su carrera (2001, 2002, 2005, 2006, 2010).

Dentro de estas estrellas del nuevo milenio, del lado defensivo Brian Dawkins también destaca. El safety de las Águilas de Filadelfia es el único jugador en la historia con más de 25 sacks (26), intercepciones (37) y fumbles forzados (36). El feroz profundo fue pieza fundamental para liderar a Filadelfia a su aparición en el Super Bowl XXXIX en 2005. Dawkins fue nombrado 6 veces miembro del equipo All-Pro (1999, 2001, 2002, 2004, 2006, 2009).

La generación la completan Robert Brazile: linebacker de los Petroleros de Houston que fue selección All-Decade de los años 70, con 5 selecciones del equipo All-Pro y con el premio al Novato Defensivo del Año en 1975, totalizó 1,281 tacleadas en su carrera de diez años; Jerry Kramer: guardia ofensivo de los míticos Packers de Vince Lombardi, campeón de los primeros dos Super Bowls además de otros tres campeonatos de liga, 5 veces nombrado All Pro, y pieza fundamental para Lombardi que integró como punto focal de su ataque la jugada de Sweep; Bobby Beathard, ejecutivo de la liga que consiguió cuatro Super Bowls, dos como director del manejo de los jugadores en los invictos Dolphins de 1972 y también en 1973, y otro par como gerente general de los Washington Redskins (1982 y 1987).

La Ceremonia de Inducción de los nuevos inmortales es hoy a las 18:00 horas del Centro de México, la transmisión será disponible en NFL Network y ESPN.

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