Ante la adversidad, Alabama otra vez

Alberto García Ramos

Dicen que los campeones encuentran la forma de ganar. Alabama caía 13-0 al medio tiempo. Los Georgia Bulldogs estaban haciendo lo que muchos descartaban: moverle el balón al Crimson Tide. Todavía se lograron subir 20-7. Pero Alabama, en un movimiento que pudo parecer desesperado, cambió de comandante a la ofensiva. Un novato guió el regreso, y fue él que conectó el touchdown del campeonato, en series extras.

 

Equipo del SEC vs equipo del SEC. La última vez que así se definió el campeonato, el Crimson Tide dominó, y fácil.

Alabama en el Juego del Campeonato Nacional por sexta ocasión en nueve años.

Nick Saban, coach de Alabama, nunca ha perdido contra uno de sus ex asistentes. Kirby Smart, coach de Georgia, fue coordinador de Saban durante sus 4 campeonatos nacionales.

La previa era difícil de ignorar. Alabama era el favorito. Georgia, viniendo de una victoria 54-48 en el Rose Bowl, tenía que penetrar la muralla Carmesí para tener chance. Cómo podrían lograrlo con QB novato, el joven Jake Fromm.

Dieron las 19 horas del lunes 8 de enero. El Mercedes Benz Stadium, en Atlanta, Georgia, estaba listo para recibir el cuarto College Football Playoff National Championship, el juego por la supremacía nacional del fútbol colegial de los Estados Unidos. El alabama Crimson Tide y los Georgia Bulldogs se vieron las caras.

A la hora de demostrarlo en el campo, a Fromm y los Bulldogs no les importó lo que dijeran los pronóstico. Le estaban moviendo el balón a esa defensiva. Le estaban avanzando, y además, le estaban ganando.

Ni siquiera importó que en sólo la tercera jugada del encuentro, Fromm fuera interceptado por Tony Brown. La defensiva canina respondió a la tarea, y forzaron un intento de gol de campo de Alabama, el cual fue malo, y el marcador se quedó en 0-0 aún con el error tempranero.

Los Bulldogs armaron dos series extensas que en la primera mitad, los pusieron en el marcador. La primera, de 14 jugadas, 55 yardas y 7 minutos consumidos, culminó con gol de campo de Rodrigo Blankenship. La segunda, de 13 jugadas, 70 yardas y 5 minutos, también terminó en gol de campo.

La última serie del segundo cuarto fue en la que por fin los Bulldogs se metieron a las diagonales. Fromm metió a Georgia hasta la yarda 2, donde Mecole Hartman se metió en un acarreo al touchdown. Rumbo al medio tiempo, el marcador leía 13-0 en favor de los ‘Dawgs.

La ofensiva Carmesí es la que se volvió sumamente inoperante. Tres series en las que fueron tres jugadas y despejes, y una cuarta en la que Jalen Hurts explotó 31 yardas en 1ero y diez, pero 3 jugadas después, volvieron a despejar. Con Georgia moviendo el balón de manera efectiva contra su defensiva, el Crimson Tide necesitaba despertar en el ataque.

Jalen Hurts, QB de segundo año, fue comandante del ataque Carmesí durante toda la temporada. El mariscal de campo lanzó una intercepción en toda la campaña, pero en el juego más importante, sólo produjo yardas de manera terrestre, y peor aún, su equipo estaba en un hoyo de 13 puntos abajo. La decisión de Nick Saban fue la siguiente: banquear a Hurts, y poner como titular al novato, QB de primer año, Tua Tagovailoa.

El novato hawaiano respondió a la tarea; en sólo su segunda serie, en acciones del tercer cuarto, puso a Alabama en el marcador, con pase de touchdown al también novato Henry Ruggs.

Parecía que, con la nueva vida que obtuvo Alabama a la ofensiva, el juego se empezaba a inclinar a su favor. ¿La respuesta de Georgia?

Una parábola prácticamente perfecta, una conexión de 80 yardas del novato Jake Fromm a Mecole Hartman. Georgia acababa de ver su liderato recortado a 6, e inmediatamente recuperaron la ventaja de 2 posesiones, poniéndose arriba 20-7 en el tercer cuarto.

Parecía que el cambio de Hurts a Tagovailoa le costaría a Nick Saban, ya que en la segunda jugada de su serie consecuente, el novato fue interceptado. DeAndre Baker fue quién se robó el pase de Tua, y dejó la bola en la 39 de Alabama, posición de campo formidable para Georgia.

Pero el esquema ofensivo de los Bulldogs fue demasiado agresivo. Saliendo a pasar, Fromm fue interceptado en la primera jugada de la serie; Raekwon Davis se robó el ovoide y lo llevó hasta la 40 rival.

La defensiva canina respondió, forzando el gol de campo de Alabama; la diferencia se mantenía en dos posesiones, ahora 20-10.

Ya en el cuarto cuarto, Saban recurrió a otro novato en su alineación. Najee Harris, considerado el mejor prospecto de toda la generación de preparatoria de 2017, se convirtió en el corredor primordial de Alabama. Harris metió al Crimson Tide hasta la 14 de Georgia. Otra Vez, Alabama se iría con sólo tres puntos, pero la ventaja de Georgia se redujo a una posesión: 20-13.

La ofensiva de Fromm entonces cayó en un bache; Alabama forzó  un tres y fuera. Con 6:59 para el final, se convirtió en la serie para empatar o morir. Tagovailoa respondió como cualquier cosa, menos como un novato.

Enfrentando 4ta oportunidad y 4 yardas por avanzar desde la yarda 7 de Georgia, con el cronómetro marcando 3:56, Tua Tagovailoa roló a su izquierda, después a su derecha, lanzó un auténtico dardo que cayó en las manos de Calvin Ridley, quien estaba en las diagonales. Alabama empató el encuentro.

Con 3:49 en el reloj, Fromm y Georgia pudieron armar una serie de puntos. Empatados a 20, un gol de campo les daría el campeonato. En su lugar, Georgia dejó la ofensiva luego de tres jugadas. Un despeje, luego de bajarle solo 50 segundos al reloj, ahora le daba a Alabama todas las de ganar.

El Crimson Tide se metió hasta la 16 de Georgia. Andy Pappanastos, quien ya llevaba 2 goles de campo buenos y uno malo, era el encargado, restando 6 segundos en el cuarto cuarto. El intento de 36 yardas, distancia cómoda, fue malo. Sin tiempo en el reloj: series extras definirían al campeón.

El primer juego de campeonato en necesitar prórroga desde 2002.

Ambos equipos se vieron afectados por capturas a sus QBs. En tercera oportunidad desde la 20, Jake Fromm fue capturado por Terrell Lewis para perder 14 yardas. Rodrigo Blankenship tendría que venir a intentar un gol de campo de 52 yardas. Sin problemas, Blankenship le dio la ventaja 26-23 a los Bulldogs. Una detención defensiva les aseguraba el campeonato.

En la primera oportunidad de su serie ofensiva, Tagovailoa también sufrió de la juventud como QB como Fromm hace dos jugadas. Una captura de Jonathan Ledbetter los retrasó 16 yardas, poniendo 2da y 26 desde la 41.

 

El final fue una reflexión de la totalidad del encuentro: impredecible. Tagovailoa se echó para atrás, lanzó una espiral perfecta hacia las diagonales, y corriendo de manera sobrehumana, Devonta Smith se recibió el ovoide en el touchdown. La anotación terminó con el encuentro, y aseguró el quinto campeonato nacional de Alabama en 9 años; para Nick Saban, su sexto título como entrenador, empatando al Oso Bryant como los mejores en la historia de la División I de la NCAA.

El 26-23 en favor de Alabama fue reflejo de por qué Alabama es ya una de las dinastías más grandes del College Football, y de los deportes en general. En sus primeros tres campeonatos desde 2009, Alabama venció a sus oponentes en el campeonato por 21 puntos en promedio. En 2015, cuando derrotaron a Clemson, necesitaron de medidas fuera de la ofensa y defensa: un regreso de kickoff para touchdown, y un kickoff corto que recuperaron eventualmente se convirtieron en la victoria.

Este 2017, la diferencia fue una decisión, un ajuste al medio tiempo. Sacar a Jalen Hurts y meter a Tua Tagovailoa, un novato, como QB para el segundo medio fue una medida que posiblemente haya sido percibida como desesperada. Tua, que terminó con 14 completos de 24 intentos para 163 yardas y 3 touchdowns, se convirtió en la chispa que necesitó el ataque de Alabama para despertar, y para, consecuentemente, ganar  la corona universitaria. Tua no vio acción importante en todo 2017, pero los equipos campeones, siempre encuentran maneras de ganar.

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