Johan López supera el dolor para brillar con Pumas Acatlán

Johan López ha superado las dolencias físicas para consolidarse como uno de los mejores quarterbacks de la Liga Mayor y brillar con Pumas Acatlán. Reportaje especial de ESPN digital.

Por Alfonso Mancilla ESPN digital

Para Johan López, quarterback de Pumas Acatlán, jugar con dolor se ha vuelto normal. Cada semana termina con el tobillo izquierdo inflamado, resultado de una fractura sufrida el año pasado y supera esa dolencia sólo por el amor al equipo y al futbol americano.null

“Desde hace un año, cuando sufrí la fractura de peroné, cada partido lo termino inflamado y me duele, pero lo hago satisfecho, porque es lo que me toca hacer para aportar al equipo”, narra López en entrevista con ESPN Digital.

El afamado 16 juega su último año de elegibilidad

Lejos de quejarse, Johan asegura que ha aprendido a hacer a un lado las dolencias para disfrutar jugar futbol americano que «es lo que más amo en la vida”.

Dicha pasión lo tiene como el segundo quarterback con más yardas por aire de la temporada 2023 de la Conferencia de los 14 Grandes de la Liga Mayor, con mil 585, sólo detrás de Miguel Patiño, de Águilas Blancas, y sus mil 883.

La tenacidad mostrada por López es apenas parte del perfil de un joven que estudia administración de empresas por la mañana y se da tiempo para ser coach de categorías infantiles por las noches.

Le sonríe al presente, como, asegura, le gusta sonreírle a la vida y a todos los que estén a su lado.

“Siempre intento sonreírle a lo demás. Ser una persona amable y positiva, eso es lo que busco brindar”, relata López.

Al lado de Johan López, juegan para Pumas Acatlán sus también amigos Owen Ramírez (#11); Mauricio Maruri (4): Pablo Acosta (22); Nicolás Acosta y Jorge Ponce (3).

Con ese buen humor, también relata que la otra gran pasión además del deporte de las tacleadas lo es su afición por el futbol soccer y del que ama a un equipo en especial.

“No me importa que se burlen. Sigo a muerte al Cruz Azul, declara Johan, en la víspera del juego que este sábado disputa Pumas Acatlán contra Borregos CEM.

Aprender a jugar con dolor

El sábado pasado, López fue uno de los protagonistas del épico cotejo en el que Pumas Acatlán y Águilas Blancas necesitaron de ocho series extras para definir al ganador, un duelo en el que también brillaron por los politécnicos los corredores Ángel Gutiérrez y Alan Herrera.

La exigencia física provocó que su tobillo siguiera inflamado cinco días después de la batalla.

“El 4 de noviembre del año pasado me lesioné en el partido contra Pumas CU. Se me rompió la tibia. Me tuvieron que operar y ahora traigo una placa y 12 tornillos”, relata López de ese doloroso capítulo, nada menos que la lesión más grave sufrida a lo largo de su andar en los emparrillados.

Johan, de las figuras destacadas del fútbol americano estudiantil

“Fue muy impactante porque nunca había sido internado en un hospital. Cuando me sacaron la radiografía, me dijo el médico del equipo ‘no es tan grave, no se te rompió la tibia, únicamente el peroné’. De inmediato me mentalicé a comenzar mi rehabilitación para poder jugar en 2023, mi último de elegibilidad”.

Aunque tuvo una excelente rehabilitación y cuidado por parte del cuerpo médico de Pumas Acatlán, las cosas ya nunca volvieron a ser las mismas para Johan, quien ha aprendido a jugar con dolor permanente.

Pese a ello, su rendimiento en el campo ha rayado en la excelencia. López está considerado como unos de los mejores quarterbacks en México y el propio jugador asegura vivir una temporada plena la cual se complementa con el sueño de jugar al lado de su hermano, el ala cerrada Sebastián López.

“Sebastián es seis años más chico que yo y para esta temporada todavía pudo quedarse en Intermedia, pero quiso subir a la Liga Mayor para jugar conmigo en mi último año”, comenta López Guerrero. “Siempre hemos tenido muy buena relación y he sido como un ejemplo para él. Yo fui su coach en casi todas sus categorías infantiles y eso reforzó más nuestra relación vinculada al futbol americano”.

Con su hermano, el novato Sebastián López

La plenitud de Johan está anclada en otros dos motivos: primero, jugar en Pumas Acatlán, la que considera es la mejor decisión de su vida y, segundo, la oportunidad hacerlo en un equipo del que también forman parte algunos de sus mejores amigos.

“Subí a Liga Mayor con la UVM en 2018. Me fue bien y hasta gané el premio a Novato del Año, pero para 2020 ya tenía decidido que quería un cambio. Me probé con Pumas CU previo a esa temporada, pero la salida Félix Buendía como head coach, no me dio buena espina”, recuerda Johan.

El destino y la relación previa con algunos coaches le llevarían rumbo a Acatlán: “me gustó la propuesta y el proyecto del coach Horacio García. Y ha sido la decisión de he tomado en mi vida. Se siente diferente representar a UNAM, el orgullo puma. La afición que siempre te apoya y que llegan exjugadores campeones como Osos de Acatlán y te dan consejos. Te sientes con mucha identidad”.

Johan dio un juegazo contra Águilas Blancas definido en 8 series extras

En el emparrillado está arropado por Owen Ramírez; Mauricio Maruri; Pablo Acosta; Nicolás Acosta y Jorge Ponce, quienes jugaron con Johan desde los años en categorías juveniles.

La vida le sonríe a López, de la misma forma en que a él le gusta sonreírle a la vida.

Alma sinaloense, corazón azul

Johan es hijo de Leonel López y de Guadalupe Guerrero, esta última originaria de Mazatlán, Sinaloa, territorio estrechamente vinculado a la familia.

Cada año, Johan y su familia pasan las fiestas navideñas en el puerto mazatleco, tiempo en el que una de sus diversiones es asistir a los juegos de la Liga Mexicana del Pacífico y echarle porras a los Tomateros de Culiacán, pese a que casi toda su familia es fan de los Venados locales.

De hecho, en el beisbol es que Johan menciona a uno de sus tíos como el familiar más destacado en el deporte, previo a él. “Mi tío, Juan Manuel Osuna Guerrero, fue estrella en una de las ligas de Sonora”, recuerda, López.

Pese a dicho entorno beisbolero, López se adentró en el futbol americano cuando apenas tenía cinco años en el Club Comanches, en el estado de México, y al cual se integró por la invitación de un vecino.

“Siempre fui de los más rapidillos y luego-luego me dijeron ‘vas de quarterback’. Yo ni entendía, sólo me decían ‘corre’ y yo corría”, relata en tono divertido Johan.

Cuando terminó sus infantiles tuvo un breve paso por el futbol soccer, en el que no le fue mal e incluso lo invitaron a integrarse a los semilleros de Gallos Blancos de Querétaro. Johan optó por quedarse en el futbol americano, pero nunca ha renunciado a la afición por el soccer, y en especial por el Cruz Azul, de la Liga MX.

Johan López en 2022 ante Águilas Blancas

“Toda mi familia es seguidora del Cruz Azul. En la temporada en que quedaron campeones (Torneo Clausura 2021) casi lloré y por poco me iba con mi familia a festejar al Ángel”, confiesa Johan.

Del futbol soccer es que también emana uno de sus grandes ídolos en la vida, Lionel Messi,mientras que en el futbol americano siente una gran afinidad por Aaron Rodgers, el quarterback lesionado por ahora, en su primera temporada con los New York Jets.

Más allá de sus aficiones, Johan asegura que su vida está regida por una actitud positiva en la vida cotidiana: “intento ser feliz, divertido, bromista, Que la gente se sienta bien a mi alrededor. Aunque yo tenga problemas, pienso que los demás no tienen la culpa de lo que me esté pasando”.

Es por esto que aunque el dolor se haya vuelto una sensación cotidiana en el día a día de Johan, también lo es la sonrisa con la que hace frente no solo a los rivales en el campo.

También a la vida.

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