Enorme expectación se generó en torno a la conferencia de prensa del presidente de la FMFA, César Barrera. Los medios de comunicación asistieron para atestiguar el reconocimiento de un directivo que se equivocó. Se esperaba su renuncia, pero ésta nunca llegó. Por el contrario, durante más de una hora, sólo hubo explicaciones claudicantes.
El pretexto es el recurso de los mediocres, filosofía de fútbol americano
Alberto García Ramos / receptor
¿Firmarás tu renuncia?
“Dependerá de muchos factores. No es como que me pidan mi renuncia y la firme. Es cómo, tienes que saber por qué, quién, quién va a llegar, es todo un procedimiento. Podría darse, no tendría problema. Si esto mejora, por supuesto que sí. Si es esto por lo que me piden mi renuncia, yo diría que habría que evaluar”.
O sea, no.
La Selección Femenil de Fútbol Americano, clasificada como la #3 del mundo de acuerdo a la Federación Internacional de Fútbol Americano (IFAF), llegó tarde al Mundial de la disciplina (Women’s World Championship) en Finlandia. Esto provocó que una derrota en la mesa las alejara definitivamente de la posibilidad de obtener una medalla.
Fueron prácticamente 72 horas de trayecto, conexiones perdidas y noches en aeropuertos para que 44 de 45 jugadoras llegaran al país sede, con una atleta todavía varada en algún país europeo y sin posibilidad de presentarse al primero de dos partidos.
Todo esto parecen no ser razones suficiente para que en la Federación Mexicana de Fútbol Americano (FMFA) haya sentido de responsabilidad, y siquiera de transparencia de los motivos que detonaron el episodio más bochornoso para el fútbol americano de México en la escala internacional.
“(Mi renuncia) no es algo que se decida en el público o que se tenga que hacer de esta manera, se tiene una normativa, una especificación usual. No estoy cerrado, de hecho, yo cada día me lo pregunto a mí mismo, si valdrá la pena estar aquí”, dijo este miércoles el presidente de la FMFA, César Barrera.
La conferencia de prensa en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR) en la Ciudad de México, se trató de un evento inusual para el fútbol americano de México. Inusual porque más allá de la presencia de los medios de comunicación de esta comunidad, se presentaron los micrófonos de Imagen, Milenio, TUDN, Agencia EFE, Cancha de Grupo Reforma, y muchos más de empresas comunicativas que pocas veces voltean sus reflectores a este deporte.
En total, alrededor de treinta miembros de la prensa se presentaron, en mayoría con dos cuestionamientos principales: por qué no se tenían listos los vuelos de la Selección Femenil y si César Barrera renunciaría a su puesto.
Pero antes de que siquiera existiera la posibilidad para que los y las periodistas presentes interrogaran al mandatario de esta Federación, el mismo mandatario se embarcó en una presentación de cerca de 80 minutos intentando explicar la situación de por qué llegaron al lunes 25 de julio, la semana que la Selección habría tenido que viajar a Finlandia, sin boletos de avión.
La respuesta, a medias, es que su primera cotización con la aerolínea Iberia fue cancelada el 8 de junio. Sete semanas antes del torneo. Barrera describió éste como su plan “ideal” en el que toda la comitiva de la Selección viajaría junta, tanto jugadoras, coaches y personal logístico.
Dices que el 8 de junio se cayó tu primera cotización ¿Durante esas seis, siete semanas posteriores no hubo vuelos para las 60 personas?
“Es correcto. No había porque estamos en una temporada alta. Y los precios estaban muy altos y no teníamos autorización para aumentar el presupuesto de esa manera. Hubo muchos factores que no nos permitieron movernos de mejor manera, nuestro mejor escenario cambió totalmente”, respondió.
La mala planeación, provocó entonces, que el presupuesto saltara de un gasto previsto de 2.5 millones de pesos a uno de 5.5 millones, dicho por el propio federativo.
Más relevante que el dinero quizás, es el tortuoso viaje que realizaron las mejores jugadoras de fútbol americano de México. Días completos en los aeropuertos, sin gastos destinados para comer, alimentándose únicamente con “papitas”, sin poder asearse, buscando hoteles en ciudades desconocidas, pero sobre todo, con la incertidumbre constante de cómo llegar a Helsinki. Un viaje inolvidable, desastroso.
Por lo menos tres reporteros lanzaron la pregunta al presidente. El cuestionamiento se mantenía en el aire. ¿Será la renuncia de César Barrera la manera de hacerse responsable del episodio logístico más lamentable del fútbol americano de México en el plano internacional?
“Si hoy tú me dices ‘renuncia porque el equipo llego tarde’, estamos olvidando a las Campeonas del Mundo. Estamos olvidando la estructura que existe el día de hoy en la Federación. México hoy tiene una posición muy importante”, justificó.
Fiel a su apellido, César parece una barrera de excusas, cuyos errores administrativos le costaron a México medalla mundialista en una competencia en la que consistentemente está en el podio. Pero el ignominioso y ya memorable viaje no se podrá despegar de la marca del mandatario: César Barrera, Finlandia no se olvida.