“El equipo del pueblo”: Guerreros Iztapalapa y el fútbol americano como vía para un mejor mañana

Antes de que Juan José Vega se convirtiera en ídolo en la Intermedia 2022 de Pumas CU, vistió desde los 4 años el morado y amarillo. El equipo que lo formó a él y a otras figuras de la Liga Mayor son los Guerreros Iztapalapa. Metidos en el corazón de esta alcaldía, llevan más de una década usando el fútbol americano como vía del cambio para jóvenes cuyo contexto no es nada favorable, con resultados tangibles dentro y fuera del campo. “Una familia”, la constante que define a esta organización.

Alberto García Ramos / receptor

Posiblemente los reflectores mediáticos nunca han estado tan altos en uno de sus egresados como en estos momentos.

Si bien los Guerreros Iztapalapa, un club de fútbol americano instalado en el corazón de esta emblemática y caótica alcaldía capitalina, ya presumen a numerosos jugadores emanados de sus filas que llegan al máximo nivel de fútbol americano universitario en México, e inclusive el profesional, pocos, si no es que ninguno, ha puesto la atención tanto en su origen.

“Personalmente siento que es la mejor institución en infantiles y juveniles, se enseña un muy buen fútbol, jugar en equipo, más que nada, no es un equipo, es una familia. Estoy seguro que (los que vengan) se van a enamorar así como yo estoy de este equipo”, así describe Juan José Vega Velázquez “JJVV” a los Guerreros. Vega se destapó en los reflectores del fútbol nacional esta primavera tras lograr 16 touchdowns como RB de los campeones invictos Pumas CU en la Intermedia 2022 de la ONEFA. Si bien la liga no designa de manera oficial a un MVP (Jugador Más Valioso), al ser el hombre más importante en el mejor equipo del torneo, la comunidad y los medios de manera unánime coinciden en este designio para el también apodado “Moisito”.

Mientras que muchísimos gladiadores de fútbol americano aprovechan el día de juego para representar a su familia de sangre, sus amigos, su escuela, sus parejas, ya sea con indumentaria o pintándose algún número o letra en una parte visible de su cuerpo, en cada partido de esta temporada 2022, Vega no sólo portó el azul y oro de los Pumas: siempre cargaba consigo una toalla blanca que colgaba de sus fundas, con una “G” bordada y los colores amarillo y morado, el logo de los Guerreros Iztapalapa. Él también representó a su familia cada oportunidad que tuvo.

“Desde los 4 años he tenido la escuela de los Guerreros. El campo se creó a una calle, cruzando el Periférico, ahí estaba mi casa. Yo me acerqué con el coach Mario Olvera y empezó a jugar mi hermano ahí, después empecé yo. Toda mi vida, todas mis categorías, desde pañuelitos, estuve en los Guerreros Iztapalapa. Gracias a ellos estoy aquí”, dijo el corredor de 19 años después de que su estelar exhibición que lideró a que a los Pumas rompieran la racha de 31 partidos ganados de los Auténticos Tigres en la Semana 5 de la Intermedia pasada, partido en el que terminó con 188 yardas y 2 touchdowns.

Precisamente, es en Anillo Periférico 101, en la colonia Cabeza de Juárez VI, entre los ejes viales 5 y 6, donde se localizan los Guerreros. En un amplio camellón bordeado por ambos sentidos del circuito vial más importante de la ciudad, se lee la placa que bautizó el espacio:

Delegación Iztapalapa
2006-2009
Campo de Futbol Americano
“Jacinto Licea”

Como Vega, la gran mayoría de los jugadores que llegan a los Guerreros lo hacen por la cercanía que tienen al recinto. Uno de los coaches que dio origen a este proyecto, Miguel Anzures, reafirma que esa es parte de la identidad de este equipo que viste morado y amarillo.

“Desde hace 12 años (Mario Olvera) y yo estamos a cargo de este proyecto, la verdad es un orgullo trabajar en esta alcaldía, ayudando a los jóvenes de salir de tantos problemas que involucran a ellos, cosas en las que estamos muy satisfechos ayudamos a la Alcaldía. (…) Es muy bonito trabajar con ellos”, comentó el Coach Anzures.

Fue en 2008 que la entonces delegación comenzó con la creación de un campo para la realización de actividades deportivas en este camellón, particularmente buscando tener un equipo de fútbol americano. Mario Olvera, quien jugara en la década de los 80 en las Águilas Reales y Cherokees en Liga Mayor, fue uno de los interesados en estar al frente de esta organización y a finales de ese mismo año, fue otorgado el puesto de Head Coach, mismo en el que se mantiene a la fecha.

“(Al campo) ya le habían puesto líneas amarillas para que fuera de fútbol soccer. Entonces, hablé con la encargada del proyecto y le comenté que si era nada más para el fútbol americano, después ya no íbamos a poder sacar las ligas de fútbol, entonces quitaron las líneas. (…) El campo fue inaugurado en Noviembre de 2008. Para 2009, salimos con tres categorías en infantil y competimos en CONA (Liga Conferencia Nacional) y después con nuestra Juvenil, nuestra primera Juvenil fue en Fademac”.

“En un principio el proyecto estaba enfocado a jóvenes de 14 años hasta los 18, porque es la edad en la que se nos pueden ir para otros lados. La alcaldía lo que quiso es tener una alternativa para que los jóvenes hicieran deporte, entonces por eso se construyó el campo”, relata el coach “Mayo”.

Las infantiles de Guerreros regresan después de casi tres años en este 2022.

Iztapalapa, para bien aunque más constantemente para mal, es uno de los lugares más reconocibles en el folklore de la Ciudad de México.

Hasta el censo de 2020, se registraron un millón 835 mil habitantes en la alcaldía (uno de cada cinco capitalinos habita en Iztapalapa), la segunda mayor cantidad para un municipio en todo el país.  De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), hasta 35% de los iztapalapenses vivían en situación de pobreza en 2021, la cuarta alcaldía con mayor índice  en la Ciudad, detrás de Milpa Alta, Xochimilco, y Tláhuac. El rezago educativo también es parte de las problemáticas, ya que únicamente 22% de los habitantes cuentan con educación superior.

“He vivido más de 20 años aquí en la zona. Al principio de esos años, no conocíamos otra cosa más que asesinatos, asaltos, violencia. Después de Guerreros, empezamos a conocer otro tipo de cosas, otro tipo de mundos, conocimos los campeonatos, el deporte, definitivamente integrarse a los Guerreros más que formativo es cambiar completamente el estilo de vida. Lo que vives día a día en Iztapalapa lo puedes transformar y sacar cosas mucho mejores”, dijo Moisés, hermano de Juan José y miembro de las primeras generaciones de jugadores de Guerreros Iztapalapa. Actualmente es Coach de línea ofensiva para el equipo.

En efecto, dentro de sus primeros 5 años de existencia, los Guerreros alcanzaron campeonatos en distintas ligas en las que participaron: primero en la Liga AEFA, en donde jugaron a partir de 2010, después dando el salto a la máxima liga estudiantil en nuestro país, ONEFA, donde fueron campeones en Juvenil en 2013. Para 2016, ya habían conformado las seis categorías de infantiles.

Ese repentino y merecido crecimiento no llegó sin constante resiliencia de coaches y papás de la comunidad.

“Lamentablemente es una delegación que tiene muchos problemas, y tenemos que absorber los costos nosotros. Debemos tener una cuota nosotros y no todos la pueden pagar, hay gente de escasos recursos que no podían pagar entonces empezaron a faltar. (Para el 2020) íbamos a sacar cinco categorías pero vino la pandemia y se nos acabó todo. Ya ahorita estamos empezando otra vez”, detalla el Coach Olvera. Los Guerreros van a participar en 2022 en OFAMO, con las categorías Peewee, Midget y Jr Bantam.

Lo que parecía que iba a ser el apoyo constante de la alcaldía, se convirtió en una aventura en la que los miembros de la comunidad de Guerreros han tenido que mantener con sus propios medios.

“Normalmente por estas fechas hacemos una kermés y todo lo que recaudamos es para comprar material que necesitamos dentro del campo. De ahí hemos sacado nuestros dummies, cuerdas, balones, todo lo que necesitamos como equipo. También alguno que otro papá que apoya. Los vamos integrando desde muy temprano”.

Coaches y padres de familia por igual saben que se trata de un gasto que significativo, es por eso que Guerreros trata de establecer esa cuota lo más baja posible. En este 2022, la temporada de infantiles en Guerreros cuesta 4 mil 500 pesos por niño, menos de la mitad en comparación con otros programas de la ciudad que cobran ya por arriba de los 10 mil pesos.

Aún cuando haya problemas para que los papás lleven a sus hijos, la solidaridad de los Guerreros se extiende para brindar la oportunidad de que jueguen.

 “Tratamos de no dejar a ningún niño sin jugar, buscamos de alguna manera el recurso para terminar de pagar la temporada, de poder darle una ayuda a algunos coaches que vienen. Lo vemos con los papás, si nos falta esto, si nos falta el balón de juego, algún papá pone y lo compramos. Lo vamos sacando con el apoyo de los papás, de la alcaldía, de repente vamos a pedirlo y a veces sí nos lo dan”. El coach inclusive narra que los papás se han organizado para pintar la tribuna del campo, o podar el pasto alrededor cuando crece de más.

Las lecciones que buscan impregnar en los niños, niñas y jóvenes que juegan en Guerreros no sólo son de resiliencia dentro del campo. El coach “Mayo” narra que la prioridad formativa tiene que ser la escuela: que haya un crecimiento no sólo deportivo sino académico.  

“Les pedimos que nos lleven las calificaciones. Algunos papás no las llevan pero otros sí están muy interesados. Me dicen ‘Coach, salió mal en tal’, hablamos con el muchacho, si no mejora, lo sacamos del equipo. Creo que nos ha funcionado: la gran mayoría de ellos quedan en la preparatoria y algunos ya están estudiando la carrera. A lo mejor quedaron en (el horario de) la tarde y ya no pueden jugar con nosotros, pero siguen estudiando.”

En su primera década de existencia, los Guerreros Iztapalapa han visto que su labor rinde frutos en el salón de clases y en el terreno de juego. Como Vega, dos de los más grandes exponentes del amarillo y dorado iztapalapense ya han sido figuras del auriazul universitario, éstos ya en Liga Mayor: Alan Paoli, pateador durante la década de los 2010 y elemento clave para la obtención de campeonatos, y Gabriel Luna, actual liniero ofensivo que terminará su elegibilidad universitaria este 2022. Luna ha sido seleccionado nacional, representando a México en los Campeonatos U19 de China en 2016 y posteriormente en Tazones Azteca, incluyendo el último en 2019. Paoli es pateador de los Rojos CDMX, de la liga profesional FAM-Yox. Son solo algunos ejemplos de numerosos atletas que, con orígenes en Guerreros, han llegado a lo más alto de nuestro fútbol.

“Es una satisfacción muy grande para todos los que estamos en el proyecto. Da mucha satisfacción ver a jugadores que ya entraron a la universidad, que ya se titularon, ver jugadores que llegan a jugar Liga Mayor. Además, los papás quedan muy agradecidos, muy contentos. (Sienten) que valió la pena el estar ahí, transportarse, el entren, ir a casa otra vez. Y cuando los vemos jugar, en esos niveles, pues qué orgullo, ves conjugado todo el esfuerzo y vale la pena, lo que estamos haciendo y seguimos haciendo”, reafirma el Coach Olvera.

Tras los dos años más feroces de los efectos de la pandemia no sólo en la salud sino en el sector económico, los equipos de fútbol americano están en un “renacer” de sus actividades, particularmente las categorías infantiles que en ligas como ONEFA no se juegan desde 2019.

Los Guerreros regresaron en 2021 con Juveniles, pero para los más chicos, lo harán con tres categorías: Peewee, Midget y Jr. Bantam, y participarán en la Organización de Fútbol Americano México Oriente (OFAMO). “El problema es que con la pandemia, muchos niños ya no regresaron. Eso nos dio en la torre toda la situación”, reflexiona el Coach Miguel Anzures.

Pero para un equipo que prácticamente siempre ha estado contracorriente, cuyos miembros, coaches, papás y jugadores, conocen de primera mano algunas des las carencias y problemáticas más fuertes de la capital del país, éste es un obstáculo el cual ya están trabajando para superar, para seguir poniendo en alto a una de las localidades más reconocibles de la gran metropoli.

“A veces no tenemos ese reconocimiento pero ahí vamos, creando nuestra propia historia, también con el trabajo de los papás, gente maravillosa que apoyan totalmente al equipo”, reconocimiento del coach Mayo sobre todo lo que han hecho desde 2009.

“Nos encontramos en un pequeño bache pero ahora nos toca salir adelante, como siempre nos han enseñado: con trabajo, esfuerzo, chingo de corazón y huevos”, enfatiza el Coach Moisés.

“Éste es el equipo de Iztapalapa. Éste es el equipo del pueblo, el equipo donde realmente venimos a hacer un cambio desde que iniciamos”.

Y así continuarán haciéndolo.


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