Muchos reflectores se quedan con Nick Bosa, pero en la línea defensiva de los San Francisco 49ers, dos veteranos catapultan la unidad hacia la élite. Par de jugadores que serán claves para el Super Bowl LIV y ambos superan los dos metros de estatura: Arik Armstead y DeForest Buckner.
Alberto García Ramos / receptor
Los San Francisco 49ers se instalaron en el Super Bowl LIV gracias a una ofensiva altamente eficiente y una defensiva que, de capturar el campeonato, podría sublimarse como histórica. De éste lado de la bola, el complemento entre línea, linebackers y profundos funciona gracias a múltiples jugadores de élite.
La unidad del Coordinador Robert Saleh tuvo un cambio radical con respecto a 2018. Específicamente en la línea defensiva, mucho del crédito se ha quedado con el joven ala defensiva Nick Bosa, la segunda selección global del pasado Draft, quien seguramente ganará el premio a Novato Defensivo del Año.
Pero hay otro par de frontales que hacen de la línea californiana una de miedo, jugadores que complementan el excelente año de debut de Bosa con un brutal tamaño, experiencia, y ejecución sobresaliente: Arik Armstead y DeForest Buckner.

Los tres linieros mencionados llegaron a San Francisco vía la primera ronda del Draft. Armstead fue el primero en integrarse, como la décimo quinta selección de 2015, y Buckner se reunió con su excompañero colegial en 2016, luego de ser tomado en la séptima posición del sorteo.
Las responsabilidades compartidas de éstos dos comenzaron en la línea defensiva de la Universidad de Oregon. Ambos, reclutados por el Coach Chip Kelly, formaron parte de la generación 2012 de freshmen en los Patos, y desde novatos contribuyeron constantemente en el campo. ¿La razón? Su impresionante físico.
Tanto Armstead, oriundo de California, y Buckner, originario de Hawaii, presumen una altura de 2.01 metros. El primero pesa 132 kilos; el segundo, 130.
El tamaño de los dos era suficiente para saber que sus aspiraciones de llegar a la NFL eran reales, pero los compañeros de posición y amigos cercanos respondieron con carreras colegiales importantes para cementar su estatus rumbo al Draft.
Armstead, quien en Oregon también fue parte del equipo de básquetbol, tuvo su mejor actuación en el escenario más grande: el Campeonato Nacional de 2014. El tacle terminó con 9 tacleadas y un fumble recuperado, pero de poco sirvieron para evitar que los Ducks sucumbieran 45-20 frente a los Ohio State Buckeyes.
En la consecuente offseason, Armstead decidió renunciar a su última temporada para saltar a la NFL. Al ver a su roommate migrar al profesional, Buckner prefirió explotar el final de su trayectoria universitaria.
Esa decisión probó ser satisfactoria, ya que en diciembre de ese 2015, Buckner se convirtió en el Defensivo del Año de la Conferencia Pac 12, el segundo jugador en más de 30 años en capturar el galardón para los Patos.
La inercia que Buckner generó en su despedida universitaria lo llevó a producir de manera inmediata en la NFL, caso contrario a Armstead. Mientras que DeForest fue nombrado al equipo All-Rookie del Pro Football Writers of America (PFWA), Armstead apenas pisaba el emparrillado.
En sus primeros dos años combinados, Arik (#91) terminó con 34 tacleadas, 4.5 sacks y apenas 5 partidos como titular. En su temporada debut como profesional, Buckner (#99) registró 73 tacleos, entre ellos 6 capturas al QB, y fue titular en 15 cotejos.
La estrella de Buckner se alzaba a ritmo exponencial. En 2018 terminó con 12 sacks, la mayor cantidad para los 49ers desde 2012, y ganó su segundo premio Hazeltine Iron Man, reconocimiento interno de la franquicia que los coaches defensivos otorgan al jugador más inspirador de la unidad. Ese mismo año, Armstead por fin dejó la banca y fue titular en los 16 partidos de la temporada.
Los 49ers y la gerencia de John Lynch decidieron recoger el último año del contrato de Armstead antes de permitir que el liniero saliera a la agencia libre previo a 2019, a pesar de que no estaba cumpliendo con las expectativas, y contrario, estaba siendo superado por Buckner. Dicha transacción pagó dividendos que están a punto de resultar en un sexto Super Bowl.
En temporada regular del presente torneo, el gigantón Armstead lideró a San Francisco en capturas de Quarterback, con 10. Según la base de datos Pro Football Focus, Armstead generó presión sobre el Quarterback en 65 ocasiones, la segunda cifra más alta del equipo, y terminó con una calificación total de su rendimiento de 89.8 puntos, el jugador mejor calificado de toda la defensiva. El siguiente en la lista es el esquinero Richard Sherman, con un puntaje de 88.9.
Que el quinto año fuera el vencido para Armstead no significó que DeForest dejará de ser un excelente tacle interno. Fue uno de dos jugadores en toda la NFL en terminar mínimo con 60 derribos, 3 sacks, 3 fumbles recuperados y 2 fumbles forzados (registró 61 tacleadas, 7.5 capturas, 4 balones recuperados y uno lo regresó al touchdown). Su desempeño le valió ser votado al segundo equipo del All-Pro de AP, uno de tres 49s en lograr el nombramiento.
En 2019, Armstead registró sus mejores marcas en cuanto a sacks, tacleadas (54), fumbles forzados (2) y recuperados (1). Buckner logró el primer touchdown de su carrera, y sigue escalando para posicionarse como uno de los mejores tacles internos no sólo del equipo, sino de la NFL.
La línea del novato Bosa, las torres Armstead y Buckner, y Dee Ford (quien firmó un contrato de 85 millones de dólares en la pretemporada) fue fundamental para que San Francisco se instalara en el Super Bowl.
La defensiva californiana terminó como la mejor en yardas aéreas permitidas, la segunda en yardas totales y la quinta mejor en sacks (48), aunque ya añadieron 9 capturas más en dos partidos de playoff.
En una entrevista en 2016 para el portal de los 49ers, con Buckner recién seleccionado por el equipo, Armstead expresó el gozo del reencuentro de los dos enormes tacles defensivos en las filas del profesional:
“Es genial, DeFo y yo somos grandes amigos, compartimos cuarto en la universidad. (…) Solíamos platicar de qué hubiera pasado si yo me quedaba en mi último año de Oregon y hubiéramos jugado un último año, pero ahora tenemos la oportunidad de jugar juntos por un largo tiempo, y será divertido”.
Poco más de tres años después, los quasi gemelos, ex Oregon Ducks, tacles defensivos igualmente dominantes tienen un último reto, posiblemente el más grande de su carrera como linieros defensivos, que los separa de la gloria máxima en la NFL.
Pat Mahomes es el siguiente QB que enfrentará a una increíble defensiva frontal. Los 49ers son el único equipo en la NFL que durante 2019 tuvo cuatro jugadores arriba de 6.5 capturas, los cuatro titulares ya mencionados. El interior de esa línea, el cual está acaparado por Armstead y Buckner, podrá definir qué tan cómodo se siente Mahomes para hacer su magia, y podría ser el matchup que abalance la victoria.
Arik Armstead y DeForest Buckner son dos de los playmakers a seguir en una defensiva de los San Francisco 49ers plagada de talento. Pero todo ese poderío impenetrable buscará socavar la luz de la máxima estrella de la liga en estos momentos. La cita, el domingo 2 de febrero a las 17:00 horas (CDMX), el Super Bowl LIV, desde Miami, Florida.