Simplemente hay algunos partidos que se sienten diferentes, en los que el cliché de que se dejó cada gota de sudor y sangre en el campo se siente más como realidad material. La Gran Final de la Intermedia entre Tecos y Redskins fue uno de esos juegos, y terminó con la UAG rompiendo su historia: campeones por primera vez en la categoría. Cierre de la Intermedia ONEFA 2022.
Alberto García Ramos / receptor
“Ganar una Final con un partido como éste, con un partido en el que el otro equipo te dio todo y tuviste que exigirte al máximo, es algo que hasta paz te da“.
Reconocer al rival es algo inherente en este deporte, particularmente en nuestro país donde al término de cada juego, los equipos se cruzan en la yarda 50 para un último saludo. Pero esta victoria, en palabras del linebacker/safety tapatío Sebastián Padilla (#11), uno de los jugadores más importantes de Tecos, es una en la que aplaudir y vitorear el esfuerzo de ambos equipos no sólo es por la costumbre, es prácticamente obligación.
“Te da gusto ganar el campeonato así, siendo mejor que un equipo que te dio todo, me voy con paz, con gozo”, dijo Padilla después de la sufrida victoria 17-7 de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) sobre los Redskins de Lomas Verdes en la Gran Final de la Intermedia 2022, Conferencia Uriel González. A pesar de estar en su primera temporada en ONEFA y vistiendo el oro y carmesí de los emplumados, el defensivo no cabía en la algarabía de haber coronado el torneo de esta manera.
Algunos partidos, al concluir, se sabe que son diferentes, más allá de que sí, era una Final.
La Intermedia 2022 de la ONEFA fue el regreso formal del ciclo de fútbol americano estudiantil en nuestro país. Tras una Liga Mayor 2021 apresurada, precipitada y recortada, la llamada “Categoría de Plata”, la antesala del máximo circuito, marcó el retorno del espectáculo que es el deporte de las tacleadas en gran parte del país con su progresión convencional: Intermedia y Juvenil en primavera, infantiles en verano, Liga Mayor y juvenil en otoño.
El 5 de marzo fue cuando regresó la Intermedia, con la Semana 1 de la Conferencia Jacinto Licea. Este sábado 21 de mayo, no solo era la Final del segundo circuito: culminó de manera oficial la temporada, con el campeonato invicto de los Tecos UAG que vencieron a los Redskins para llevarse la Conferencia González desde el Campo 23 de Octubre en Zapopan, Jalisco.
Tecos y Redskins fueron indiscutiblemente el 1-2 durante la duración del torneo. Se enfrentaron en la Semana 2 también en Jalisco, y los de la UAG se quedaron ese choque por 14-6. Terminó siendo su victoria más cerrada de la temporada regular. La siguiente más apretada fue una victoria 23-6 sobre las Panteras Siglo 21. Para los Redskins, fue su única derrota. Prácticamente desde ese 25 de marzo se cantó el tiro: la Final iba a ser Tecos y Redskins. La Final sería en el 23 de Octubre, pues haber ganado el primer enfrentamiento les garantizaba localía.
Ambos equipos hicieron valer la lógica: los noctámbulos, como #1, desmantelaron a los Correcaminos UAT 48-0 en las semifinales, mientras que la Tribu mexiquense, #2, se impuso 16-6 a los Frailes para asegurar su segundo viaje a Zapopan. Ahora ambos tenían citas con los annales de sus organizaciones: el primer campeonato para la UAG en Intermedia; el primer título para Redskins en su debut en ONEFA.
“La verdad yo quería que (la Final) fuera contra Redskins, porque sabía que ellos y nosotros, éste iba a ser el partido que íbamos a dar”, confesó Padilla, uno de los extraordinarios jugadores jaliscienses que emanaron de los Guerreros Jaguar del Colegio SuBiré para reforzar a los Tecos. Y él no estaba en un pensamiento unitario: jugadores de ambos lados anhelaban un segundo round, para no dejar duda de su calibre.
Como los auténticos pesos pesados de esta categoría, los equipos salieron a la cancha primeramente a medirse, Cinco de la tarde, sol cayendo a plomo sobre la Perla Tapatía. El escenario de campeonato estaba listo.
Los Tecos conectaron un golpe contundente muy temprano.
Apenas en la tercera jugada del partido, ante una tribuna local llena y una comitiva de viaje muy respetable del lado de los Redskins, Antonio García (28) interceptó un ovoide del QB mexiquense, Emilio Guerrero (18), y lo regresó hasta la yarda 20 rival. La primera serie ofensiva para el mejor ataque de la liga empezaría en la zona roja.

Pero como fue la identidad Redskin en las últimas 4 semanas, la defensiva hizo sentir su presencia, y con un tres y fuera más un gol de campo fallido fue como despacharon rápidamente esa situación apremiante.
Ambos equipos dejaron que los linebackers, linieros y profundos mostraran el músculo en esa primera mitad, que se fue 0-0 al descanso.
Los Tecos volvieron a ser oportunistas: Salomón Vargas (1), indiscutible caballo de batalla de los fademacos en los dos cuartos iniciales, soltó el balón y Emiliano López (42) lo recuperó para la defensiva tapatía, metiéndose hasta la yarda 47 del otro lado.
Los Redskins volvieron a levantar su muralla: a pesar de que dos castigos, uno de interferencia de pase defensiva y otro de facemask, lograron meter a los Tecos hasta la yarda 10, el ataque volvió a terminar en 0 puntos, una vez más, con un gol de campo fallido; los mexiquenses se doblaron pero no se rompieron.
Hacia el final de esa primera mitad, los de Naucalpan encontraron un punto vulnerable de la defensiva: ya con Arturo Castillo (7) en los controles, del lado derecho encontró en tres jugadas consecutivas al estelar receptor Bruno Zuradelli (15), todas recepciones de primero y diez. Ya estaban metidos dentro de la 20, pero el reloj consumió sus esperanzas. Una jugada magistral de Padilla para desviar un balón que iba a las manos de Vargas y que hubiera terminado en touchdown preservó el 0-0 al medio tiempo.
“La defensiva estábamos muy alzados, y ese siempre es nuestro objetivo. Darle la bola a la ofensa para que ellos metieran los puntos”, dijo el safety tapatío Miguel Rosas (8), quien en ese primer round de temporada regular, trepó un pick six 100 yardas, virtualmente la jugada del gane en un partido que terminó con diferencia de una posesión (14-6).
Con el empate a 0, y sobre todo, el buen avance en las conexiones Castillo-Zuradelli, el momentum estaba con la visita. Los Tecos eran los amplios favoritos, los que traían una curva de progresión mucho más favorable, pero tras dos cuartos, el tiro era parejo.
Así lo hicieron notar en su primera serie del tercer cuarto. Tras forzar un despeje de los locales, el corredor de poder Emilio Rodríguez (9) se escapó 45 yardas para poner primera y gol de los Redskins en la yarda 10, la oportunidad más clara de puntos. Tres jugadas después, él mismo timbró con un acarreo de 1 yarda en las diagonales, y la tribu ya se subía 7-0.
No sólo era que la visita parecía empezar a adueñarse, al menos momentáneamente, del partido. Literalmente se trataba de la mayor adversidad de los Tecos en todo el año: nunca, en ningún momento de la temporada, habían estado abajo en el marcador. Con ese dominio tan apabullante habían llegado a la Gran Final.
Ni siquiera el Head Coach Mauricio Salas de los Tecos sabía cómo reaccionarían sus pupilos ante dicha circunstancia inaudita para ellos en 2022: “Yo lo platicaba con mis coaches a la primera mitad: si Redskins se nos iba arriba, nos iba a pesar, porque nunca habíamos estado abajo en toda la temporada. Pero, hasta yo quedé sorprendido de la respuesta que tuvieron mis jugadores. Regresamos muy rápido, eso fue lo que nos dio el alzarnos una vez más, después de esa anotación, se cambió luego luego de este lado”.
En efecto, la respuesta fue fugaz, todo de la mano de la dupla que se adueñó de los reflectores. Enfrentando 3era y 9 desde su propia yarda 47, el QB tapatío Matías Rojas demostró por qué, a pesar de ser sustituto durante prácticamente toda la temporada regular, se hizo de la titularidad para los playoffs. El #10 sintió la presión, logró escapar de la bolsa, y parecía que ya se encaminaba a cruzar la línea de scrimmage, pero dirigiendo a sus receptores, conectó en flujo paralelo con Sergio Gutiérrez (13). El receptor hizo una extraordinaria recepción a una mano, pero además, se escapó las 47 yardas para meterse a las diagonales.
“Ya llevamos varios años jugando juntos, tal vez 5, 6 años, desde siempre ha habido química entre él y yo”, dijo Gutiérrez sobre la relación con su QB que en ese momento sirvió para completamente matar el momentum Redskin y encender a la tribuna tapatía.
Y una serie después, Rojas-Gutiérrez volvieron a hacerlo para ahora sí desatar la locura en Guadalajara.
La defensiva logró mandar en tres y fuera a los Redskins. Tecos entró desde su propia yarda cuatro. Una conversión de tercera y ocho justamente vio a los (también) ex Guerreros Jaguar mover las cadenas y extender la serie. Cinco jugadas después, comenzando el último periodo, nuevamente tercera oportunidad, ahora siete por avanzar. Rojas se echa para atrás, ve que Gutiérrez está uno contra uno en la trayectoria poste, y le da la oportunidad a su receptor de ir por la bola. Sergio no sólo gana la pelea en el aire, sino que se escapa las 55 yardas para, otra vez, cruzar el endzone.
“Es increíble esa competencia, uno siempre busca eso como receptor, y cuando ganas uno contra uno, básicamente la jugada es nuestra”. Suya, y de nadie más iba a ser esa bola, que subió 14-7 a los Tecos, en cuestión de dos series, ya en el cuarto cuarto. Las de anotación fueron dos de las tres recepciones que Gutiérrez consiguió en la Gran Final, pero suficientes para 111 yardas y convertirse en la figura ofensiva de la UAG.
Toda la euforia ya estaba en la tribuna jalisciense. Los Redskins como dueños del partido se sentía como algo de horas atrás, pero no habían pasado más de 10 minutos de juego efectivo. Con todo a favor de los Tecos, tenía que hacerse presente la defensiva, otra vez: los Redskins, ya desesperados, quisieron ir profundo, algo que en la primera mitad de la temporada hicieron muy bien, pero ahí estuvo Miguel Rosas (8), quien interceptó una bomba de Castillo. Con alrededor de siete minutos en el cuarto cuarto, fue un signo de exclamación: no iba a haber duda, el equipo más completo de esta conferencia se iba a quedar con el título.
“Sí nos vimos muchos muy cabizbajos (después de la anotación de Redskins) porque era la primera vez en toda la temporada que nos íbamos abajo. (…) Sinceramente queríamos irnos en 0, pero ni modo, al final se consiguió la victoria”, dijo Rosas, quien entonces ya no tuvo su blanqueada, pero sí una intercepción que congeló el encuentro, como lo hizo en la Semana 2 contra este mismo equipo.
Los Tecos despejaron pero confiando totalmente en su defensiva, y la consecuente, todavía con 4 minutos en el reloj, terminó por ser la última serie ofensiva de Redskins. Un tres y fuera para devolverle la bola a la UAG.
Siete jugadas después, con poco más de 60 segundos restantes, alcanzaron la yarda 2. En cuarta y gol, los jugadores querían dar el KO con un touchdown. Los coaches escogieron asegurar ya la ventaja: un gol de campo de 19 yardas fue bueno, para hacer la diferencia de dos posesiones, y sentenciar el encuentro 17-7. Redskins no cruzó medio campo con su tiempo restante. El campeonato llegaba por primera vez a las vitrinas de la Autónoma de Guadalajara.
No fue un partido que se definiera por errores. Del lado defensivo de Redskins, jugadores como Mauricio Rodea (21), Roman Palacios (28) y Emmanuel Serna (40) tuvieron partidos espectaculares, especialmente este último, quien tuvo tres capturas al pasador. Del lado ofensivo, Castillo revitalizó el ataque a ratos prolongados, Salomón Vargas terminó con más de 15 acarreos y Bruno Zuradelli hizo pesar su calidad por lo menos en esa última serie del segundo cuarto.
Simplemente Tecos, como en cualquier partido de 2022, como contra cualquier rival, jugó mejor fútbol. Hoy, eso culminó en un campeonato.
“Conformamos una gran familia que creyeron en esto. Tengo un staff excelente. Mis jugadores lo dieron todo. Claro que los Redskins pelearon, pero en este caso, la localía, y que creo que éramos mucho mejor, es lo que hace que éste es el resultado”, dijo el HC Mauricio Salas, quien fuera QB de los Tecos en Liga Mayor en la década pasada antes de integrarse por completo como entrenador.
“Jugamos como el equipo que somos, como el #1. Desde el primer juego, yo sabía que esto iba a pasar porque somos los mejores”, dijo con satisfacción el QB Matías Rojas, quien tuvo seis touchdowns totales en dos juegos de playoffs a pesar de no ser titular durante la temporada regular. Lanzó para 150 yardas en 7 completos de 12 intentos y los dos de anotación. “Esto fue desde el principio lo que buscábamos. No hay mayor satisfacción de lograr lo que hicimos, terminar hasta arriba.”

“Somos una hermandad, somos una familia, sabemos que siempre vamos a estar los unos para los otros, sabemos que somos un equipo y que, todos servimos para que esto se consiguiera. Ofensiva, defensiva, coaches, aguadores, doctores, familia que nos apoyó, todos fueron fundamentales para lo que hoy se consiguió”, dijo Sebastián Padilla. La defensiva le permitió únicamente 193 yardas totales al feroz ataque Redskin, además de provocar tres robos de balón y forzar cinco patadas de despeje.
Llegó un momento en que Padilla imploraba por producción de la ofensiva: “Yo personalmente me estaba desesperando porque la ofensa no nos daba aire (en la primera mitad), salíamos y además con la tierra se nos secaba demasiado la boca. Le decía a la ofensa: por favor, dennos aire, ayúdenos. Lo sacamos a flote cuando la ofensa se puso la playera por el equipo, supo que esto era de unidad, juntos sacamos el resultado.” Dos conexiones Rojas-Gutiérrez después, llegó.
La remontada jalisciense no sólo es la cúspide para estos Tecos de Intermedia 2022, que lograron por fin darle un título de esta categoría a la Autónoma de Guadalajara. También es la culminación de la primera temporada completa del circuito de 18, 19 y 20 años en la ONEFA. Tras verse cancelada en 2020 y 2021, el salto de 2019 a 2022 significó que prácticamente todos los equipos de ambas conferencias estaban compuestos de equipos totalmente novatos.
El reto para los staffs de coacheo a lo largo y ancho de este torneo era notorio: conjuntar a sus jugadores, no sólo como una escuadra, sino como un equipo. Buscar que, sin haber jugado juntos como integrantes de la Intermedia, pudieran responder a las exigencias físicas y futbolísticas de lo que es la antesala de la Liga Mayor.
Los Tecos UAG no sólo lo hicieron de manera exitosa. Lo hicieron conformando, en opinión de Salas, una familia.
“Creo que es mucho como lo trabajamos los coaches. Somos muy cuates, tenemos una forma diferente de coachear aquí, tratamos de apapacharlos, ser más cuates, llevarnos bien con ellos, creo que eso fue lo que hizo que este equipo se uniera, que conformáramos una gran familia, hablamos con ellos, yo sé que venían de Carneros, de Cardinals, de SuBiré. Cuando llegaron aquí, esos colores quedaron atrás, les dijimos ‘ahora somos Tecos, peleen por lo mismo’ y todos los días fue enfocado a eso: peleen por lo mismo, somos Tecos”.

En la Intermedia 2022, en efecto, son Tecos. Y son campeones.