Águilas Blancas preserva la victoria 34-26 sobre Cheyennes en Clásico Politécnico

La Jornada 1 de la Intermedia de ONEFA se vivió en grande, y el Clásico Politécnico vio a las Águilas Blancas vencer a los Cheyennes en cardiaco encuentro.

Yonuet Campos

Foto: Ernesto García

Con una extraordinaria actuación de la defensiva y del mariscal de campo titular, Israel Jiménez (19), las Águilas Blancas del Instituto Politécnico Nacional doblegan 34-26 a sus hermanos de institución, los Cheyennes ESIME Zacatenco. 

El casillero Jaciento Licea fue testigo del inicio de la temporada 2019 en la categoría Intermedia para sus representativos. Por un lado saltaba la escuadra local, la de los Volátiles comandada por el coach Sergio Lavanderos; por el otro, la experimentada unidad de los Cheyennes, vigentes subcampeones del certamen, bajo la comandancia de Roberto Ríos.

El inicio de encuentro fue un poco trabado, ya que ambos equipos saltaron al terreno de juego con ofensivas cautelosas, no obstante, fue la visitante la primera en timbrar en la zona de anotación; el quarterback Axel Medina (1) consiguió su primer pase de touchdown en la campaña en las manos del receptor Carlos Becerril (6) para dejar la pizarra momentánea 0-7 en favor de «la tribu».

La respuesta local no fue inmediata, pero sí fue certera. El primer cuarto culminó con el ovoide en manos de Israel Jiménez y compañía, y así mismo inició el segundo período. Ricardo Aviña (89) y Jorge Aranda (88) impusieron sus condiciones aéreas para que el ataque guinda y blanco, en jugadas en serie, comenzara penetrar la defensiva rival.

Finalmente, el corredor José Ángel Cu (21) rompería la barrera del cero, y con un gran acarreo pondría los primeros puntos del día para los de Santo Tomás; penosamente, el intento de punto extra sería errado dejando así 6-7 los cartones, aún en favor del rival.

Los de Zacatenco no se quedarían de brazos cruzados y una serie después aumentaría su ventaja por la vía terrestre; el corredor Juan Ignacio Hernández (24) se coló hasta la zona de puntos gracias a un acarreo en conjunto con su línea ofensiva; el extra sería bueno y la pizarra se quedaría en un 6-14.

Pero justo cuando los Cheyennes se despegaban, las Blancas respondieron de inmediato y con la misma fórmula: el juego terrestre. El propio Jiménez acarrearía el balón hasta el touchdown. La conversión sería mala debido a una interferencia ofensiva y el marcador leía 14-12 en favor de los de la ESIME durante la intermisión.

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Los ajustes y pláticas de medio tiempo se verían reflejadas para el complemento. Cheyennes se verían obligado a despejar en su primer serie ofensiva, mientras que Águilas Blancas detonaría por completo su juego aéreo y en combinación con la habilidad de su mariscal, Jiménez volvería a cruzar la zona del touchdown por segunda ocasión en el partido para poner a su equipo por primera vez en la mañana, arriba en el marcador. Rodrigo Gallardo haría efectiva la conversión y la ventaja ahora sería 20-14 para el conjunto local.

El tercer cuarto sería un parte aguas para el desarrollo del encuentro; la inyección anímica, el ritmo de juego y la posesión del ovoide cambiarían de bando. Las Águilas Blancas tomarían el control ofensivo y defensivo. El linebacker Juan Carlos Mancera (2) conseguiría una intercepción muy valiosa para la causa local, ya que permitiría que su escuadra ofensiva, cuatro jugadas más tarde, timbrara en la zona de puntos con un acarreo, su tercero de la tarde, del quarterback Israel Jiménez (19).

Con un 26-14 en su contra, un inicio del último período y el balón en sus manos, los pupilos del coach «Tepo» encararían una nueva oportunidad para resurgir de entre las cenizas. Alex Medina (1) sería el encargado de comandar la rebelión Zacatecana; un acarreo personal propio le permitiría ponerse a una sola posesión de su rival; el extra sería bloqueado y con un 26-20 en su contra, remar contra corriente sería un poco menos difícil.

Los papeles habían cambiado de manos nuevamente. Ahora la defensa Cheyenne era la que hacía las jugadas grandes y le permitía a su ofensa maniobrar las situaciones de campo.

Un gran regreso de despeje les permitiría empezar un nuevo embate en casi medio campo. El receptor Bruno Quijano otorgaría una importante primer oportunidad y gol a su equipo, tocando la puerta para el empate ya en el cuarto cuarto. Sin embargo, una sólida defensiva guinda y blanco y un inoperante juego terrestre verde dejarían un ambiente muy tenso dentro de los espectadores al llegar a una cuarta oportunidad y gol.

Medina y compañía se fajaron, saltaron al campo y con una jugada de pase, el experimentado David Ramírez (3) empató los cartones 26-26; la Tribu tuvo oportunidad de recuperar la ventaja de nueva cuenta, pero su intento de Punto extra fue bloqueado de nuevo.

La exaltación, el dramatismo, la adrenalina y el nerviosismo se apoderaron del casillero Jacinto Licea. Ambas escuadras estaban empatadas y cualquier movimiento en falso podía significar la diferencia, ya dentro de los últimos 5 minutos del encuentro.

Entre todo ese ambiente, las Blancas saltaron al campo de nuevo, Jiménez, Méndez y Aviña sentían la necesidad de hacerse protagonistas, sin embargo, fue Emmanuel Alcalá (10) quien asumió el papel y en una jugada retardada consiguió escaparse 21 yardas hasta el touchdown para recuperar la ventaja. Rodrigo Aviña hizo efectiva la conversión en una dramática jugada y la pizarra marcó un 34-26 con poco más de dos minutos por jugar.

Los Cheyennes son un equipo que siempre es protagonista donde hay drama, ya que aunque estaban abajo, no olvidaban el milagro conseguido en la semifinal pasada frente a Pumas y con esa misma motivación saltó la ofensiva a los emparrillados.

Axel Medina tenía que cargar a su equipo y llevarlos 80 yardas para conseguir la hombrada. Pero sabía que no podía hacerlo solo, así que tomó el ovoide y comenzó a repartirlo con Juan Pablo Díaz (4), Julio César Hurtado (23) y David Ramírez (3) hasta conseguir avanzar 79 de las 80 yardas necesarias.

Y Cheyennes se metió hasta la cocina. Primera y gol desde la yarda 1, sólo 9 segundos en el reloj hicieron. Quemaron su último tiempo fuera, Ríos y su staff se pusieran a platicar en la mejor opción, hasta que creyeron encintarla: QB Sneak. Medina tomó el balón e intentó llevarla personal, pero se topó con una muralla guinda que le impidió cruzar el plano imaginario y así poder intentar empatar. El reloj marcó 0, y las Águilas Blancas consiguieron la victoria, 34-26.

Con este resultado, las Águilas Blancas del Instituto Politécnico Nacional consiguen su primer victoria de la temporada y llegarán con el ánimo hasta los cielos cuando se metan a Ciudad Universitaria para medirse contra los Pumas, mientras que los Cheyennes de Zacatenco tendrán que replantear su estrategia, especialmente del lado defensivo, y aprovechar la semana de descanso en la Jornada 2.

2 comentarios sobre “Águilas Blancas preserva la victoria 34-26 sobre Cheyennes en Clásico Politécnico

  1. Me encanta el americano de nosotros los Mexicanos …de nuestro querido IPN y la UNAM que somos los pioneros de este deporte en México ….

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