Nadie está salvo. Nadie debería estarlo. La NFL es la mejor liga deportiva en el mundo no por el espectáculo mediático o por la efervescencia de sus aficionados. Lo es por la inacabable competencia y la paridad brutal, esa en la que los favoritos nunca deberían sentirse cómodos porque siempre habrá alguien con las capacidades de derrotarlos. El recordatorio esta semana fue para los Vikings, Jaguars y Patriots.
Alberto García Ramos
La NFL es la única de las cuatro ligas más importantes de los deportes profesionales de los Estados Unidos que utiliza un tope salarial duro. ¿Esto qué significa? Que todos los equipos, no importa cuánto dinero tengan los dueños, sólo tienen cierta cifra destinada para los salarios de los jugadores. ¿Esto qué genera? Que ningún equipo acumule todo el talento por su capacidad económica. ¿Cuál es la consecuencia? Paridad total en el deporte.
Porque al final, si no se trata de competencia equitativa, sana, agresiva, ¿para qué jugar el deporte? La jornada 3 de la NFL reacomodó el panorama de los equipos. Claro, es una temporada apenas en su etapa de infancia, pero si alguien le dijo que los Vikings, Jaguars y Patriots iban a perder el mismo fin de semana, le estaban mintiendo.
Esa fue la sorpresa más inesperada del domingo. Los Vikings recibieron la visita de unos moribundos Buffalo Bills que les dieron un golpe de realidad. En el primer partido como titular para el QB novato Josh Allen, los Bills se fueron de Minneapolis con una impactante victoria 27-6.
La defensiva de Buffalo forzó tres robos de balón sobre la ofensiva comandada por Kirk Cousins, y fueron el colchón perfecto para darle la comodidad a Allen de salir ganador en su primer apertura.
A la misma hora, en el estado de Florida, los Jaguars también recibieron el aviso: la NFL no es fácil. Sí, una semana puedes ganarle contundentemente a los Patriotas, pero a la siguiente, no hay cupo para relajación.
Hoy los Titans se metieron a Jacksonville para sacar la victoria y recordarle a los Jaguars que es una temporada de 16 juegos. Cinco goles de campo fueron las únicas anotaciones del encuentro, el partido con menos puntos en lo que va de la temporada, pero tres de esas patadas de lado de Tennessee fueron suficientes para conservar la victoria 9-6.
Posteriormente en horario estelar, se esperaba una masacre en La Ciudad del Motor. Resultó siendo un caso del aprendiz derrotando al que por tanto tiempo fuera su maestro.
Los Lions, que no conocían la victoria luego de un par de semanas, recibieron a los siempre imbatibles New England Patriots, y los despacharon para regresarlos a Foxboro con récord de 1-2. Matt Patricia, por mucho tiempo el coordinador defensivo en New England y ahora Head Coach en Detroit, derrotó a su antiguo jefe Bill Belichick.
Por supuesto Patricia sabe cuál es la fórmula para hacerlo: mantener a Brady fuera del campo. Los Lions tuvieron posesión del balón por casi 40 minutos mientras que New England lo sostuvo 21 minutos. Brady no puede hacer daño si está en la banca.
Obviamente estos resultados son inquietantes, de menos. Pero esto no significa que ahora estos tres equipos, favoritos a contender el Súper Bowl, dejen de ser favoritos. Simplemente se trata del recordatorio anual de que en la NFL no hay días de descanso, no hay equipos grandes y pequeños. Díganle a los Bills, Titans o Lions si son equipos pequeños. Habrá equipos más talentosos, pero la competitividad en la NFL no tiene comparación con otras ligas deportivas.
Equivalente a cómo la producción aérea de Drew Brees no tiene comparación. El mariscal de campo tiene 39 años, está en su décimo octava temporada, y está en una carretera libre que lleva al Salón del Fama, de paso arrasando con el libro de los récords de todos los tiempos. Ayer, se adjudicó el título del QB con más pases completos en la historia de la liga, rompiendo la marca anterior de Brett Favre que estaba en 6,300. Al final del encuentro contra Atlanta, Brees la subió hasta 6,326.
El eterno mariscal de los Saints ahora tiene en sus miras el récord de más yardas aéreas en la historia. Le faltan 418 para romper la marca de 71,940 del eventual Salón de la Fama Peyton Manning. ¿Semanas consecutivas de marcas históricas? Está en veremos.
Oh, y sin dejarlo de lado, Brees lanzó para 396 yardas y 3 touchdowns, agregando dos por tierra, el último el del gane para derrotar 43-37 a los Atlanta Falcons en tiempo extra. Matt Ryan tuvo 5 touchdowns y 374 yardas, pero frente a Drew Brees eso puede no ser suficiente.
Otro QB que sigue cosechando historia es en contraste, una joven promesa de la liga. Pat Mahomes, QB titular de los Kansas City Chiefs, lanzó tres Touchdowns en la victoria 38-27 sobre San Francisco. Luego de 3 semanas, Mahomes ya tiene 13 envíos que terminan en las diagonales. Nadie en la historia de la NFL tiene tantos luego de apenas una tercia de juegos. Los Chiefs se ven muuuuuy bien.
Y los Rams se ven tremendos. En la primera Batalla de Los Ángeles desde 1994 vio a los Carneros dominar 35-23 a los Cargadores de la mano de una ofensiva auténticamente de miedo. Jared Goff lanzó para 354 yardas y 3 Touchdowns solo fallando siete pases, mientras que Todd Gurley corrió 105 yardas y 1 Touchdown promediando 4.6 yardas por acarreo. Solo dos equipos en la historia de la liga se han ido invictos en la temporada regular, pero justo ahora, nadie parece estar al nivel de los hollywoodenses.
La tercera franquicia de California está en problemas. Jon Gruden no consigue una victoria en su regreso a Oakland, luego de irse arriba al medio tiempo por tercera vez consecutiva, 10-7 en esta ocasión. Los Dolphins montaron el regreso para ganar 28-20 sobre los Raiders y dejarlos con un 0 en la columna de victorias. Silenciosamente, Miami tiene un 0 en las derrotas, y 3 victorias para empezar la temporada. El QB Ryan Tannehill tiene récord de 10-1 en sus últimas 11 aperturas.
Y mientras Oakland no puede cerrar un juego, Khalil Mack otra vez tuvo impacto directo en la victoria de Chicago. El ala defensiva de los Bears logró un sack + fumble por tercer juego consecutivo. Parece reiterativo pero el último jugador en lograr esta hazaña fue Mack en 2016. Chicago ganó 16-14 sobre Arizona, Mack está dominando y ganando millones. Y Gruden pues, sigue en busca de su primera victoria.
Fue una semana que le recuerda a los aficionados que por más que un equipo sea superior en el papel, hay que demostrarlo en el emparrillado. Son 17 semanas muy intensas, por lo que una derrota temprano en la temporada no es determinante, al menos para los equipos que aspiran al Súper Bowl.
Pero que no crean que solo por presentarse al campo ya tienen la victoria. Nadie está seguro en el fútbol americano profesional de los Estados Unidos.
Resto de los Resultados Jornada 3:
Houston 22-27 New York Giants
Washington 31-17 Green Bay
Philadelphia 20-16 Indianapolis
Carolina 31-21 Cincinnati
Baltimore 27-14 Denver
Seattle 24-13 Dallas