Alberto García Ramos
Ya es noviembre, y para el calendario del College Football, es el mes más importante. Nueve semanas han pasado desde que arrancó la temporada, y una temporada de locura se ha vivido en los Estados Unidos. La recapitulación de lo que han sido nueve semanas, y prepararnos para lo que viene.
Cuatro jornadas de temporada regular, y una de campeonatos de conferencia, restan en el College Football, y con eso, el martes 3 de noviembre se revelará el primer Top 25 hecho por el Comité Seleccionador de Playoffs. Más fácil, el primer Top 25 que importa rumbo a la postemporada.
Luego de poco más de dos meses de acción, es fácil decir que el 2015 ha sido una de las temporadas más memorables de los últimos años. Parece que cada otoño se dice lo mismo, pero el 2015 ha tenido literalmente de todo.
La locura no se hizo esperar, ya que desde la primer semana, BYU se encargó de acaparar los reflectores, con éste pase Ave María para vencer, de visita, a los Nebraska Cornhuskers.
¿Qué tal la segunda semana? Justo cuando parecía que la conferencia SEC estaba más fuerte que nunca (con 10 equipos clasificados en el Top 25 de AP), el entonces rankeado #18 Arkansas perdió con Toledo (¿Quién?) 16-12, mientras que el subcampeón de hace dos años y entonces rankeado #6, Auburn, necesitó de series extras para vencer 27-20 a Jacksonville State (¡¿Quién?!), el equipo #5… de la División I-AA.
BYU por segunda jornada consecutiva usó de un Ave María para conseguir una victoria, cuando derrotaron 35-24 a Boise State. La diferencia es de 9 porque seguido del rezo, los Cougars le interceptaron a Boise regresándolo hasta el touchdown. Sin embargo, la magia ahí sigue.
¿Y en la semana tres? El todopoderoso Alabama cayó con el mismo equipo que en 2014: Ole Miss, en gran parte por esta afortunada recepción que llevó a los Rebels al touchdown. La Crimson Tide perdió, pero estuvo a punto de ganar, ya que por más que los Rebels trataban de alejarse (dos veces arriba por 20 puntos), el equipo de Nick Saban se acercó a 6, ésta siendo la diferencia final, 43-37 a favor de Ole Miss.
¿Qué tal Texas? Bien dicen que todo es más grande en Texas, y en su enfrentamiento contra California, el scoreboard tuvo números muy muy grandes. Abajo 45-38 con menos de dos minutos, los Longhorns anotaron en una carrera de 45 yardas de su QB. Todo parecía que se definiría en tiempos extras… Hasta que el pateador falló el punto extra, y ni siquiera Jared Goff, QB de California, podía creerlo.
Para la semana cuatro, un marcador destacó sobre todos los demás. 62-20. ¿Qué tiene de especial un marcador que parece de los Oregon Ducks contra cualquier flan? Que en realidad, los Ducks estuvieron en el lado perdedor de ese encuentro. Los Utah Utes saltaron al escenario luego de completamente desmantelar y darle una probadita, o probadota, de su propia medicina, a uno de los equipos más anotadores de la última década. El despejador tuvo una recepción a una mano, el corredor lanzó un pase de Touchdown. Todo lo que los equipos de Chip Kelly y Mark Helfrich (últimos dos coaches de Oregon) hacían, se los hicieron.
Mientras tanto, en el Big XII, TCU estuvo a un triple de perder contra los Texas Tech Red Raiders, pero sacaron la victoria 55-53.
Si esto fuera básquetbol colegial, esa oración tendría sentido.
Pero la verdadera historia fue que TCU tuvo que venir de atrás para cerrar la victoria contra Texas Tech, usando esta increíble anotación en cuarto down. Los Red Raiders tuvieron un último chance con 0:00 en el reloj, en el que estuvieron tan, pero tan, pero tan cerca de hacer el milagro.
Se sintió ese ambiente de caos por primera vez en la temporada durante la semana cinco, luego de que 4 de los equipos dentro del Top 10 de ese entonces perdieron.
La invencible SEC parece destronarse entre sí mismo, ya que los Florida Gators nulificaron a los entonces #3 Ole Miss Rebels. 38-10 fue el marcador, que propagó a otro (sobrevalorado?) equipo del SEC a los mejores 15.
Entonces #8 de la nación, los Georgia Bulldogs recibieron a Alabama (13), que por primera vez en 72 juegos, las apuestas no le favorecían al Crimson Tide. Bien dice el dicho en inglés: “Don’t Mess With Texas” (No te metas con Texas), pero renombrarlo a “No te metas con Alabama” sería adecuado, ya que, sin ser favoritos, Alabama le metió 38 a Georgia, permitiendo sólo 10.
La semana seis dejó en claro que en semana de rivalidad, nada más importa mas que ganarle a ese equipo que odias. Los Longhorns (1-4) se midieron ante Oklahoma (invictos en ese entonces) en el Red River Showdown, el clásico del sur. Una semana antes, Texas perdió 50-7 contra TCU, pero nada de eso importa en la rivalidad, porque los Longhorns se encargaron de quitarle el invicto a Oklahoma, 24-17.
La semana siete en verdad fue histórica, gracias al partido en Ann Arbor entre Michigan State (entonces #7) y Michigan (entonces #12).
Es cuarta y dos desde medio campo, estás arriba 23-21 cuando faltan 10 segundos de juego efectivo, te preparas para despejar y evitar el milagro a la defensiva. ¿Qué puede salir mal?
El despejador de Michigan fumbleó el centro, trató de recuperar el balón, y salió a manos de un defensivo de los Spartans, quién con 45 yardas de pasto verde enfrente, se llevó el ovoide a las diagonales.
Un final nunca antes visto, increíble, que te deja sin palabras. Vaya, la celebración de los Spartans fue tan abrumadora que el jugador que anotó se rompió la cadera en medio del pandemonium. Michigan estuvo tan cerca, pero Michigan State, con un milagro, salió victorioso 27-23.
Semana ocho. Sólo hay un juego entre equipos del Top 25. Todo parece tranquilidad, no habrá emociones al límite en ese sábado… O eso parecía.
Florida State, ganador de 33 de sus últimos 34 juegos, rankeado entonces como el #9, visitó a los Georgia Tech Yellow Jackets, quienes no tenían victorias en la conferencia ACC durante 2015.
Empatados a 16 con el juego en el alambre, Roberto Aguayo, uno de los pateadores más certeros en la historia de la NCAA, intentó el gol de campo de 56 yardas que fue bloqueado. La bola la tomó Georgia Tech, y 76 yardas después… la victoria.
22-16 fue el marcador luego del regreso de bloqueo de patada, y para el narrador de la cadena ESPN fue tan impresionante, que dijo: “¡Qué momento para estar vivos!”. Los sábados de College Football son un gran momento para estar vivos.
¿Los sábados? ¿Y qué tal los jueves? La semana 9 no pudo haber arrancado de mejor manera con el enfrentamiento entre Oregon y Arizona State. Una vez más, el marcador se elevó tanto que uno creería que se jugó en la duela.
La cantidad de yardas fue casi incontables, pero con el juego a punto de morir, el QB de Oregon hizo esta magia, mandando el partido a tiempo suplementario, donde se necesitaron, no una, no dos, sino tres series extras para que los Ducks superaran 61-55 a los Sun Devils. ¿Cuándo se había visto que un equipo con más de 700 yardas totales y 37 primeros y diez no ganara el encuentro? Ese jueves se vió.
Semana 9, Halloween en los Estados Unidos, ahora sí una oportunidad para respirar con calma, excepto que los Miami Hurricanes decidieron violentar esa calma.
Luego de sufrir la peor derrota en la historia del equipo y correr inmediatamente a su Head Coach, Miami visitó a los Duke Blue Devils. Con seis segundos en el reloj y arriba por 3, Duke parecía que se llevaría la victoria. Vino el kickoff, ese que uno cree que siempre es puro trámite, pero que no lo fue.
Miami pichó la bola para atrás en ocho ocasiones, tocheando para poder ganar, y esa última pichada, seguida de tres fulminantes bloqueos, le dejó terreno vacío al regresador de los Hurricanes para eventualmente anotar el touchdown del gane.
Ya terminado el encuentro, los oficiales de la conferencia se dieron cuenta que hubo al menos 3 castigos en contra de Miami que no se marcaron, y que inclusive en la cuarta pichada, el corredor ya había hecho down. Pero vamos, ¿cuándo se ve este tipo de jugadas en el fútbol americano? ¿Cuándo?
El domingo empezó noviembre, y con eso, las últimas cuatro semanas completas de College Football. Ahora los milagros sí importan. Los equipos que de verdad contienden, es cuando más tienen que apretar. El martes a las 7pm sabremos el primer Top 25 del comité, y conociendo a los que ellos ven como los fuertes, podremos saber qué clase de drama nos espera en el décimo primer mes del año.
Ohio State, TCU, Baylor, Alabama, LSU, Stanford, Clemson, todos están en la mira. Que las cuatro últimas semanas sean igual de memorables que las primeras 9 de esta temporada 2015.